España no cambia: ni todas las mesas de diálogo (no se rían), ni todas las cumbres internacionales celebradas en Barcelona, ni siquiera la trampa más sutil de todas las que han preparado contra Catalunya pueden cambiar su talante irrespetuoso e invasivo. Los catalanes y catalanas somos una especie de tribu aborigen en vías de extinción. Sí, nos extinguimos, todo gracias a sus esfuerzos por reducirnos a folclore, a particularidades regionales, a un elemento decorativo que les molesta. Si ellos son tozudos, eso sí, este país lo será todavía más. Quizás la intensidad de la lucha disminuya en algunas etapas, pero que no tengan ningún tipo de duda: resistiremos.
No podemos rebajar a la guardia, especialmente con respecto a la cuestión de la lengua. La gota malaya del desprecio castellano se manifiesta por todas partes, en cada ámbito de la vida, desde la escuela a la administración, desde el bar a la práctica deportiva. Es pesado vivir así, pero es la única manera de evitar la barra libre de los mesetarios que ignoran los conceptos más básicos de aquella convivencia que tanto predican pero nunca ponen en práctica. ¿Ejemplos? A paladas: redes sociales, acreditaciones de periodistas y, como acaba de denunciar el presentador de TV3 Toni Soler, la Liga ACB de baloncesto.
Toni Soler, defensor del catalán y fan del Joventut de Badalona, estalla por un tuit sobre la Liga ACB
Aparte de un defensor a ultranza de la catalanidad, Soler es natural de Badalona. Un hombre orgulloso de su ciudad, de su tierra, del patrimonio material e inmaterial de la localidad. Aquí entra el elemento deportivo: la ciudad puede presumir de contar con un club legendario como el Joventut, que vuelve a recuperar las buenas sensaciones perdidas durante años de cierto declive. Sin embargo, Toni nunca ha dejado de apoyar al equipo, de animarlo, de acompañarlo en el Olímpic siempre que puede. Como tiene que ser. La cuenta en Instagram del de 'Està Passant' y director de la productora Minoría Absoluta ('Polònia', 'Pares normals', 'Smiley') ofrece varias escenas que acreditan esta pasión verdinegra. Por eso y por ser consciente de lo que sufre su idioma cada día, ha estallado por un tuit visto en una cuenta del patrocinador de la ACB.
El jugador Guillem Vives ve cómo le españolizan el nombre. Soler reacciona, implacable
El mensaje en cuestión hacía referencia a uno de los jugadores más destacados de la plantilla, Guillem Vives. El base barcelonés formado en las categorías inferiores del Joventut volvió a casa tras 7 temporadas en el Valencia Basket. Es un líder experimentado, un hombre importante del esquema de juego del entrenador Carles Duran. Todos estos atributos han hecho que la mencionada cuenta alabara a Vives, aunque a su manera: le han españolizado el nombre de mala manera, pasando a llamarlo "Guillén". Ya puestos podrían haber traducido también el apellido, aunque da la impresión que, de facto, ya lo han hecho. Esta maniobra ha herido los ojos y el orgullo de Soler, que les ha leído la cartilla: "¿Guillén"? ¿Dos faltas en una sola palabra? ¿También os pasa cuando escribís Dubljevic, Hezonja o Laprovittola?" Impecable.
¿Verdad que a Cesc Fàbregas no le llamaban Francisco, a pesar de sufrir esguinces linguales habitualmente? ¿O que no han inventado un palabro para Llull (aunque le llamen Sergio con toda la pachorra)? Menos cachondeo y más respeto.