Los catalanohablantes tienen un grave problema y es especialmente grave en Barcelona. Cuando pasean por la capital se pueden tropezar verdaderos atentados contra la lengua catalana. Por mala fe o dejadez, ya son demasiado los comercios, tiendas y empresas que cuelgan letreros en catalán, buena intención, pero sin tener el mínimo cuidado por con el idioma de buena parte de los barceloneses. Ya ha pasado demasiadas veces y acaba de volver a suceder. Ahora con un eslogan de una famosa tienda de Barcelona que ha escrito una frase en "catalán", o pseudo-catalán, que duele a los ojos:
Eso sí qué es un buen palo al Catalán
— EtFelicitoFill (@etfelicitofill) March 9, 2023
vía @arabislamblog pic.twitter.com/eoME4QCBfJ
"De tal pal tal estella". ¿Cómo? El problema es que no se entiende nada. En catalán cuando se quiere decir que los hijos se parecen a los padres toda la vida se ha escrito que Els tests s'assemblen a les olles, Los tiestos se parecen a las ollas. En vez de la castellana metáfora de la madera de los árboles, la metáfora del barro y la alfarería. Lo sabe cualquier niño de Primaria. Pero en este escaparate de una tienda de ropa del centro, parece la calle Gran de Gràcia, los dueños han querido menospreciar la lengua y escribir una ofensa a los catalanohablantes. Añaden "Así decimos en español para hablar de la semejanza entre padres e hijos". Queda claro que el eslogan original es en español y que alguien ha decidido traducir tal cual sin ambages del castellano. Muy mala imagen para el catalán y sobre todo mala imagen para la tienda. El problema no se soluciona si no se sabe qué tienda es. Toni Soler, defensor de la lengua, reclama conocer al autor de la fechoría:
¿Podéis decir de qué comercio se trata? Si no avanzamos.
— TONI SOLER (@soler_toni) March 13, 2023
Lo que Toni Soler no ha hecho es escanear la foto. Hay un código QR para saber de qué tienda se trata. Es una cadena española de ropa, gallega de origen para más Inri, ya que allí tienen idioma propio. Es Adolfo Domínguez. Una lástima porque la intención es buena, traducir los letreros comerciales al catalán cuando la tienda está en Barcelona, pero lo hacen sin mirarse nada, con una absoluta falta de respeto por la lengua y perezosamente. Un empleado o becario holgazán pone la frase literal en el Google translate y lo que sale va al escaparate. Un horror incomprensible si lo que se quiere es vender más ropa y seducir a los peatones. Fatal.
En el QR trobaràs la resposta a la teva pregunta pic.twitter.com/i9oLHZukUE
— The_Observer (@3ncr1pt4d0r) March 13, 2023
Obviamente son mucho peores las empresas que se niegan a utilizar el catalán, pero las que lo hacen tienen que exigirse más. El catañol mezclar catalán y español provoca lágrimas de sangre cuando se lee. Hace daño a los ojos. Y al corazón. Y a la tienda le hará daño en la caja registradora. Ofensas al catalán: caja seca.