El 2 de diciembre los andaluces se pronunciaron en las urnas y veinticinco días más tarde ya hay acuerdo para formar un nuevo gobierno. Los partidos de derechas han conseguido echar al PSOE de la Junta de Andalucía después de 40 años. La ultraderecha de Vox dio la campanada y entró con fuerza en el parlamento andaluz. Sus doce escaños son fundamentales para que la derecha pueda gobernar y aunque en Ciudadanos aseguraron por activa y por pasiva que no pactarían, el acuerdo entre el partido de Albert Rivera y el de Santiago Abascal ya es oficial: los dos darán apoyo al nuevo gobierno del PP.

Los líderes de Ciudadanos y Vox en Andalucía se dan la mano | EFE

¿Quién nos lo iba a decir? ¿Ciudadanos y Vox pactando en Andalucía? Una gran sorpresa. Totalmente inimaginable. Bien, quizás no tanto. Todos lo sabíamos. Todos, menos Manuel Valls. El exprimer ministro francés quiere ser alcalde de Barcelona con una plataforma sostenida por Ciudadanos. Los críticos con Valls dicen que no conoce la ciudad porque nunca ha vivido allí. Pero ahora parece que tampoco tiene la menor idea de cómo es el partido con el cual quiere presentarse. ¡Qué preparación, oiga! ¿Qué puede salir mal?

Manuel Valls | Sergi Alcàzar

Manuel Valls, que viene del Partido Socialista francés, se ve ahora forzado a defender a capa y espada el pacto entre Ciudadanos y Vox. Y acaba haciendo lo imposible por justificar como sea el acuerdo de su partido con la ultraderecha. Para ello mezcla a los independentistas y al partido de Ada Colau. Para Valls, el verdadero peligro para la convivencia. Se atreve a asegurar que el pacto que han firmado con Vox en Andalucía "podría perfectamente recibir el apoyo de la izquierda moderada" y, como no podía ser de otra manera, señala como culpables de las diez plagas a "los separatistas catalanes" y sus "exigencias intolerables", porque se manifiestan contra la monarquía en el Parlament y en el Ajuntament de Barcelona. Alucinante, sí. Lo pueden leer ustedes mismos:

El periodista Toni Soler, siempre atento a los exabruptos de los líderes de Ciudadanos, no ha querido perder la oportunidad de recoger el guante de Manuel Valls. ¿De verdad pone a Vox, los indepes y Colau en el mismo saco? Parece que sí. Y sin sonrojarse ni un poquito. Soler está indignado, harto de los que trabajan para blanquear la extrema derecha. "Cínico integral", lo llama.

Todavía no ha empezado la campaña de las elecciones municipales y no conocemos los programas de cada candidato. Pero si Valls considera que un acuerdo con Vox tendría que ser aceptado por los partidos de izquierda, agarrémonos que vienen curvas.