La mala jugada del PSC en Badalona será recordada durante años. La borrachera al volante del alcalde socialista de la 4.ª ciudad de Catalunya, Àlex Pastor, ha acabado con Xavier G. Albiol 3 años más en la alcaldía sin que nadie lo haya votado en el Pleno. No hizo falta. Sin acuerdo de izquierdas, el PP gobierna. Así se lo ha tomado uno de los badaloneses más célebres, Toni Soler. Todavía no lo ha digerido:
Tantos años difamando del alcalde Maragall y quien fue pillado con problemas de alcoholismo por una patrulla de los mossos, conduciendo y mordiendo policías, es Pastor. Miquel Iceta lleva semanas callado y cuando Ricard Ustrell lo entrevistó en TV3 al día siguiente que Albiol fuera alcalde no le preguntó por Badalona. Iceta se esconde y Toni Soler como cualquier badalonés, y catalán, exigiendo que el PSC que Iceta dirige explique cómo es que tenía a un alcohólico reconocido de alcalde. Y sigue el hilo:
Toni Soler debate con un tuitero sobre si Pastor era alcohólico eventual o patológico y recuerda que muchos políticos municipales ya han reconocido en público que era sabida la adicción al alcohol del segundo máximo cargo municipal del PSC, después de Núria Marín de L'Hospitalet. Las adicciones son un problema pero el auténtico problema es que el PSC es un partido que las encubría o ignoraba negligentemente. No votó a Dolors Sabater de alcaldesa porque prefería a Albiol y quien sabe qué cargos en el Ayuntamiento. Apesta. Y no solo el aliento.