Toni Soler se hace querer. TV3 tiene muchas estrellas que han empezado siendo guionistas, colaboradores o botones y han acabado teniendo productoras enormes, muy bien pagadas y exitosas. El caso de Toni Soler es particular, porque todo el mundo le reconoce la valía a pesar de su edad, 59 años; el éxito, Minoría absoluta es la productora que todo lo que hace lo convierte en líder; y el sesgo político, es descaradamente catalanista, independentista y poco tibio con los que combaten estos ideales con malas maneras. Soler ha sido de todo en el gremio, periodista de política, historiador, escritor, guionista de Buenafuente, locutor, presentador, productor, director y ahora dueño de Minoría con su socio Paco Escribano, otro grande sin ser inmensamente popular a pesar de ser autor de documentales reconocidos y haber dirigido TV3. Soler en Catalunya Radio reconocía que dejar la TV lo ha liberado: "Mi trabajo me permite trabajar en la Garrotxa y alargar los fines de semana". Está rejuvenecido, la tele cansa, desgasta, quema. Vuelve a 1998 cuando hizo Malalts de tele, su programa más recordado, productora El Terrat, premio Ondas, con el récord Guiness de la entrevista más larga toda la noche con Pepe Rubianes. Solo afeitándose, Toni Soler vuelve a ser el de 1998.
Toni Soler se mira al espejo en el lavabo de su casa después de afeitarse y escribe: "Después de muchos años me he reencontrado con un viejo amigo... mi Yo afeitado". Para los hombres que hace años que se dejan crecer los pelos de la cara es catártico afeitársela del todo. Por la pereza de tener que recuperar la cuchilla cada día, por la pereza de reencontrarse las imperfecciones de la piel y para comprobar si hay arrugas nuevas en una zona que hacía años que no veíamos aseada. Es como cuando alguien se corta una larga melena. Soler hace proselitismo en redes, mostrando el resultado como advirtiendo a los barbudos maduros "Hacedlo, no tengáis miedo, la barba vuelve a crecer". Está joven, y no tiene pelo blanco a punto de hacer los 60. Genética de Figueres, buena.
Soler confiesa que su hija de 23 años lleva tatuado Genesis, la banda musical, en el muslo porque es la banda favorita de su padre. Una declaración de amor de la hija, Júlia Soler. No cree que celebre con un fiestón los 60 porque los 50 los celebró y quedó exhausto, fue la noche que el Barça ganó su última Champions. Ahora confiesa que se cansa más. Se parece a su padre, que no llegó a los 60, murió a los 56 de un tumor cerebral. A medida que uno hace años convive mejor con ellos: "Estoy muy contento de dos cosas que he escrito, el libro Historia de Catalunya modestia aparte y El tumor, de Minoría absoluta en RAC1 y el Polònia de TV3. Los he dejado y van solos, mi ego se resentía pero ahora ya no. Es otra ventaja de la edad. He hecho una cosa lo bastante bien hecha para que funcione sin mí. Lo dejo para que lo continúen otros. Por suerte no he sufrido de divismo".
Habiendo hecho lo que ha hecho, está más orgulloso de dos que ha parido él: el programa de radio de mediodías en RAC1 y Polònia. ¿Y saltar a la política? Se lo planteó, pero ya no, su época ya ha pasado. "Soy la generación del procés. Ahora que lo pruebe otro". Roger Escapa no osa preguntar por qué partido. Toni Soler: "Soy independentista y de izquierdas". Estaba claro qué partido sería el suyo, ahora ya no toca, ha dado un paso al lado antes de dar el paso a la política.