El programa Tot es mou tiene una directora, Irma Pina. No hay demasiados magazines dirigidos por mujeres. Si fuera un hombre ya le habrían preguntado cómo permite la polémica sexista que acaba de vivir su programa. El jueves invitan a Nena Díamon, maestra de yoga. Cuando el presentador de la parte frívola del programa, Lluís Marquina, invita a los tertulianos del jueves, Mari Pau Huguet y Tony Moog, a hacer yoga, Moog se pone justo detrás de la profesora venezolana, dice en voz alta "Guapa, eh" y empieza a hacerle un masaje en los hombros sin pedir permiso.
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En un momento posterior también le aparta el pelo largo del cogote y más tarde cuando hacen una psotura le toca la cintura. Ha indignado a algún espectador de TV3 poco acostumbrado a determinados colaboradores.
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Tony Moog, que antes ya había mostrado los tatoos en el muslo bajándose los pantalones y enseñando los calzoncillos a los espectadores, ha contestado públicamente. A un crítico le dice que ve lo que no hay y al otro que es un papanatas:
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La ofensa siempre está en el ojo del ofendido y no del ofensor. La profesora no parece incomodada pero el gesto es desafortunado. Irma Pina escoge a los mejores colaboradores y echa a otros. El criterio es subjetivo. Vemos a muchos tertulianos de cuando era mano derecha de Albert Om en El club: Cristina Puig, Màbel Martí, Òscar Moré, el físico Dani Jiménez o alguno de Teatre de Guerrilla. Tot es mou es líder cada tarde y tiene que afinar mejor. Y eso que rehúye las polémicas: el martes que viene invitan a David Guapo pero no a Tony Moog. El monologuista catalán acusó a Guapo de no suspender la función el 1 de octubre de 2017 después de los golpes de porra policiales durante el referéndum. Le dijo "Eres una rata". Nos privarán de un interesante cara a cara. No todo se mueve.