A  la ultra Cristina Seguí le salen aliados debajo de las piedras. Mejor dicho, más abajo, del inframundo. La valenciana, una de las fundadoras de VOX, se encuentra en plena promoción del infame "Manual para defenderte de una feminazi", un libro en el que insulta a una ministra como Irene Montero llamándole "Barbie medio putón que acepta un pisito de querida pagado por un carca en el número 35 del paseo de la Castellana". Seguí se ha extrañado mucho y ha ido llorando por los rincones porque instituciones públicas y establecimientos privados no la querían en sus instalaciones, habiendo de satisfacerse con restaurantes/salones de boda de cabecera de los ultras. Inexplicable, claro. Afortunadamente para ella, se le ha aparecido un ángel para explicar las virtudes de este manual. Este, sin embargo, no tiene alas blancas ni juega al equipo "de los buenos". Más bien, tiene las alas negras y representa una parte muy mezquina del ser humano: Torbe, creador de sórdidos vídeos pornográficos donde supuestamente se explotaban menores.

Cristina Seguí Intereconomía

Qué fichaje más adecuado para Seguí, que debe estar dando saltos de alegría. Torbe pasó por la cárcel, y ahora le piden 7 años por un presunto delito de pornografía infantil. Tiene un pasado 'completito', como aquel turbio episodio que salpicaba a futbolistas de la selección española. Ahora alaba a la polemista y a su obra: "Que grandes verdades las dichas en este libro. Como pone @CristinaSegui_ a cada una en su sitio. Muy recomendado." La parroquia ultra le hace la ola, mientras que aquellos con dos dedos de frente lo encuentran comprensible, y los más enfadados le ponen 'a caldo'. El pornógrafo es feliz con la polémica, se hace la víctima por los insultos que ha recibido e insiste con la promoción.

Torbe @torbeputalocura

Antifeministas incendiarias y explotadores sexuales con oscuras tramas que afectan a menores, de la mano. "¿Casualidad?" que diría el amigo Cárdenas.