Kike Jiménez es la carta que Telecinco saca en los programas ramplones para hacerse los modernos. Torito ya se desnudaba hace 17 años en el programa estelar de Jordi González en City TV, Vitamina N, y era divertido. Ahora, como padre de familia, lo calificaríamos de estrafalario. Rasta o peinados excéntricos, gafas de pasta de colores, encuestas chillonas en la calle... las señales de identidad del reportero menorquín siguen siendo las mismas y desde que María Teresa Campos lo fichó para Qué tiempo tan feliz que en Telecinco lo creen apropiado para los domingos por la tarde. Viva la vida recurre a él y tan pronto se arrima a la pierna de Toñí Moreno como ahora a la de Emma García. El resultado es un viaje en el tiempo al año 2002, cuando hacía gracia.
El domingo se desplazó al pueblo murciano de Totana, donde nació hace 68 años Bárbara Rey, la invitada del programa que no consiguió superar un penoso 5,7% de audiencia en Catalunya (9% en España). Como Torito no encontraba traje típico de murciana, parecido al de fallera, se desnudó por la calle con un megáfono. Las imágenes hablan por ellas mismas:
Kike, 41 años, siempre ha sido lo más subversivo de los programas donde aparece. Inolvidables sesiones de strip-póker con concursantes de ambos sexos en aquel programa irreverente que Jordi González coló a Javier de Godó en 2002. Ahora en Telecinco Torito parece Fernando Esteso persiguiendo a una sueca en Los bingueros. Telecinco es como el Rey Midas, pero al revés.