'First Dates' es, seguramente, el escaparate de personas anónimas más grande de la televisión actual. La excusa de "encontrar el amor" es el gancho perfecto para conseguir que su restaurante-plató esté repleto, que haya cola para entrar. Por allí desfilan todo tipo de perfiles, algunos realmente llamtivos, extremos y explosivos, otros más discretos, también algunos tiernos. Todos ellos forman, junto a los espectadores de memoria más privilegiada, una familia que está de luto. Enrique López, un joven de 22 años de Hellín, Albacete, y que conocimos bajo el apelativo de Kike hace un par de años, ha aparecido muerto después de varios días de desaparición y de intensa búsqueda.

El dispositivo formado por policías, bomberos y miembros de protección civil ha encontrado finalmente su cuerpo en la ciudad de Cuenca, donde residía, en una zona de miradores. No hay más datos al respecto, pero desgraciadamente parece que se habría quitado la vida. Su paradero se perdió el pasado día 14 de septiembre, y todos los intentos por localizarlo habían sido infructuosos. La imagen del joven estudiante de arte dramático circulaba por las redes sociales con la esperanza de obtener alguna pista que resolviera de manera feliz el misterio, pero no ha sido así. Muchos reconocieron a la persona que pasó por el concurso del amor de Mediaset, donde dejó una huella indiscutible. Además, el fallecido era hijo de una concejala del Partido Popular de la localidad albaceteña.

Carlos Sobera con Enrique López / Twitter
Enrique López en First Dates / Twitter

Aquellos que no vieron la participación de Kike, solo decirles que era alguien que se hacía muy visible, que no pasaba desapercibido. Dejó el presentador a Carlos Sobera sin palabras cuando le confesó que lo que buscaba era "un kinki". Es decir, "un modernito, un artista. Me gustan los yonkies, que esté en el banco, lo veas y digas: 'Me va a joder la vida'. De esos me gustan a mí. Los macarras, no los buenos". Añadió, para redondearlo, que "me enamoro todo el rato. Me voy de fiesta, me lío con uno y me enamoro, y estoy una semana enamorado". Lo mejor de todo, teniendo en cuenta que venía de una familia conservadora ideológicamente, es que dijera que "yo no quiero un 'cayetano' ni un ingeniero. Yo quiero un 'antifa' que me regale mecheros. Mi madre me va a matar". Una carta de presentación muy recordada, y que tuvo final feliz, hizo match con su pareja.

Una noticia triste para un programa que generalmente despierta una sonrisa entre sus fieles. Descanse en paz, Enrique.