El beso en la boca que abre esta noticia no es de la celebración familiar de la Final del Mundial de Clubs que acaba de ganar el Manchesrter City contra el Fluminense por 4 a 0 en otra exhibición de un equipo de Pep Guardiola. El beso de Cristina Serra a su marido y mejor entrenador del mundo es de junio en Estambul donde el míster catalán ganó la Champions League. Aquel día la efusividad era mayor porque el título era más importante, pero para Guardiola la Final del Mundial de Clubs siempre tiene un sabor especial porque es la culminación de una obra maestra, el sexto título de su sexteto mítico, cuando con el Barça ganó todas las competiciones de la temporada seguidas: Copa, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y finalmente el Mundial de Clubs. Aquel día Pep lloró.
Ahora ya es diferente, es la cuarta vez que Guardiola consigue el trofeo de mejor club del planeta (dos con el Barça, una con el Bayern y ahora con el City). Ganar para él es innato. Su mujer y los hijos van a las Finales como quien va al súper, con calma. Maria y Màrius Guardiola no acostumbran a aparecer juntos a pesar de vivir en el Reino Unido, ella en Londres y a él en Manchester, pero la ocasión se lo valía. Y con 20 años, Màrius va por el camino de ser tan elegante, fotogénico e impecable como su hermana Instagramer. Están crecidos y guapísimos:
Pero quedan otras fotos familiares en que son todavía más tiernas, las del entrenador con la niña de sus ojos, su hija pequeña, la que lleva el nombre del abuelo paterno, el Sr. Valentí Guardiola. Valentina va creciendo y ya tiene 15 años. La semejanza entre la madre y las dos hijas es cada vez más evidente. Son fotogénicas sin esfuerzo, basta con una sonrisa. Valentina como Màrius es miope así que luce unas gafas de pasta negra sofisticadas que le otorgan un aire todavía más intelectual, si es que los hijos de Pep de eso no estuvieran ya sobrados.
Aquí están, las tres mujeres de Pep. El entrenador sufrió la muerte prematura de su madre y su casa las mujeres son mayoría. Cristina, Maria y Valentina, tres gotas de agua unidas por el orgullo que les produce Pep. Una persona tocada por un poder que pocos tienen: hacer feliz a muchísima gente. Con la cara pagan. La familia más espectacular de Cataluña. España tiene a los Borbones y Cataluña a los Guardiola-Serra.