La alta sociedad española no deja de hablar del impactante legado económico que recibirán tres de los hijos de Isabel Preysler. Recientemente, se ha revelado que estos tres hermanos se convertirán en beneficiarios de una herencia multimillonaria que asciende a la impactante cifra de 750 millones de euros. El origen de esta colosal herencia se encuentra en Julio Iglesias, el legendario cantante que, más allá de su brillante carrera musical, ha demostrado ser un magnate de los negocios.

Con una fortuna valorada en más de 750 millones de euros (810 millones de dólares), Iglesias se encuentra en el puesto 59 de la lista de los 100 españoles más ricos de 2024, según la revista Forbes. Ahora, con la inevitable distribución de su riqueza en el horizonte, los nombres de Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias resuenan con fuerza como los grandes beneficiados de su legado.

Una herencia de lujo: propiedades, empresas y una isla privada

El colosal patrimonio de Julio Iglesias no se limita a cifras en el banco. Su fortuna se sustenta en una impresionante cartera de bienes inmuebles, inversiones y activos de lujo. Desde su finca en Ojén hasta su residencia en Miami, pasando por su mansión en República Dominicana, el cantante ha sabido construir un imperio que trasciende generaciones. A esto se suma su imponente avión privado y la exclusiva isla en las Bahamas, una joya inmobiliaria que podría terminar en manos de sus descendientes. Todo esto sin contar las inversiones estratégicas que Iglesias ha realizado en diversas sociedades en República Dominicana, consolidando su posición como un magnate del sector inmobiliario.

El millonario reparto: la guerra por la herencia de Julio Iglesias

El testamento del artista prevé un reparto equitativo de su colosal fortuna entre sus ocho hijos reconocidos. Sin embargo, tres de ellos, Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias, recibirán un tercio del total, lo que se traduce en aproximadamente 250 millones de euros para cada uno. Una cifra que engrosará las arcas familiares y los convertirá en multimillonarios de pleno derecho. Pero aquí no termina la historia. La posible inclusión de Javier Santos, quien ha luchado durante años por ser reconocido como hijo de Julio Iglesias, podría alterar el reparto y desatar una batalla legal sin precedentes. A esta situación se suma la posición de Miranda Rijnsburger, la actual esposa del cantante, quien también podría reclamar una parte considerable de la herencia.

Ahora bien, el mayor enigma gira en torno a Enrique Iglesias. A diferencia de sus hermanos, el cantante ha construido su propia fortuna, con ventas millonarias y giras internacionales. ¿Aceptará los millones de su padre o los rechazará para mantener su independencia? Fuentes cercanas a la familia aseguran que “su relación con su padre nunca fue de las mejores, pasan años sin hablarse, ni por teléfono. Enrique siente que forjó su carrera sin la ayuda de él”, por lo que habría tomado la decisión de renunciar a su herencia, pero nadie sabe a ciencia cierta qué decidirá.

Por otro lado, Chábeli y Julio José han mantenido un perfil más discreto, aunque su estilo de vida de alto standing no pasa desapercibido. Con esta inyección de capital, podrían expandir sus negocios o incluso incursionar en nuevos proyectos. Lo que está claro es que los Iglesias-Preysler seguirán dando de qué hablar, no solo por sus escándalos, sino por las cifras astronómicas que manejan.