Isabel Preysler no empezó nada bien el año 2023. Por un lado, rompió con Mario Vargas Llosa a finales de diciembre, lo que la llevó a empezar el año sola. Algo duro para una persona que está acostumbrada (o enganchada) a tener pareja. Por otro, tuvo que soportar la reconciliación de su hija Tamara Falcó con Íñigo Onieva. La pareja rompió semanas antes después de que trascendieran las imágenes del relaciones públicas besando a otra mujer. Pero decidieron volver y reactivar la boda que se había quedado pendiente. Un enlae que nunca terminó de convencer a Isabel.

Dicen que Tamara volvió con Íñigo por varios motivos ajenos al amor. Algunos rumores apuntan a que ningún otro hombre es capaz de aguantarla. Otros señalan que Tamara temía que se le pase el arroz y no está para ponerse a buscar una nueva relación. Además, apuntan que la boda era necesaria para la segunda temporada de la serie documental La Marquesa de Netflix. Era uno de los reclamos para la nueva entrega.

Isabel Preysler se refugia en Marbella

Pero volvamos a Isabel Preysler. La socialité ha decidido pasar un verano discreto después de la boda de su hija. Una época de descanso alejada de las cámaras y los compromisos institucionales.

Isabel Preysler boda
Isabel Preysler boda

Así, tal y como señala Informalia, Isabel se desplazó a Marbella, donde se instaló en el domicilio del banquero José María Amusátegui y su mujer Amalia, dos personas con las que tiene una excelente relación desde que estaba con Miguel Boyer. Cabe decir que José María Amusátegui es una de las personas más adineradas del país. Recibió una indemnización cuando salió del Banco Santander Central Hispano (BSCH) que ascendía a 43,5 millones de euros, a los que se suman otros 6 millones de euros anuales en concepto de pensión vitalicia.

La Preysler se instala en la casa de uno de los matrimonios más ricos de España

Un trío, el formado por José María Amusátegui, Amalia e Isabel que tiene muy animadas a las señoras de la alta sociedad, que ya empiezan a especular con si el anfitrión pudiera ser un nuevo objetivo de la Preysler. De momento está demostrando saber a quien arrimarse si el verano se presenta aburrido.

Sea como sea, la madre de Tamara Falcó, después de unos meses agitados, ha encontrado la paz y la calma en la exclusiva y amplia vivienda de Amusátegui. Un buen sitio par recargar pilas y regresar pronto a la vida social activa a la que está acostumbrada.