Ricard Ustrell ha tenido el poder de hacer que el 30 minuts se emita después de su Quatre gats. No había pasado nunca que se desplazara a las 11 de la noche el espacio más veterano y prestigioso de TV3. Vicent Sanchis decidió cambiar una tradición sagrada de la casa: el 30 minuts siempre ha ido después del TN. Ustrell se cuela y la jugada de audiencia salió regular: Quatre gats lidera: 16,9% pero a costa de que el 30 minuts sobre mujeres que huyen del machismo de Arabia Saudí acabara con un triste 9,7%. Hizo menos que el concurso de Llucià Ferrer. La semana de las mujeres, la de los especiales para el 8-M, TV3 relega un documental feminista .
De todas las decisiones de Ustrell la más comentada no fue invitar a Otegi, toda una declaración de intenciones, sino hacerle una pregunta muy desafortunada "¿Faltan en la política española Ernests Lluchs?". No debía recordar cómo murió Lluch: asesinado por ETA. Más adecuado sería preguntarle a Otegi, que ha vivido en el entorno de ETA: "Falta Ernest Lluch, ¿por qué ETA lo mató"?. Lluch fue asesinado el año 2000. Ustrell vnació en 1990. La red no se explica cómo ni se hizo referencia a los asesinos de Lluch, como si no fuera esencial. Este es el vídeo y una muestra de los 300 comentarios:
El problema no es entrevistar a Otegi, es tan entrevistable como cualquiera y el unionismo protestará igual. El problema es cómo se escoge y formula esa pregunta. TV3 está bajo la lupa del 155. Toni Albà congelado, Jair Domínguez teme que le echarán, Ciudadanos negándose a pactar la renovación de la CCMA, los Telenotícies negándose a pronunciar "presos políticos". La metáfora más adecuada sería que TV3 se dispara un tiro en el pie. Pero de tiros, que hable Ustrell.