La lacra del racismo es uno de los temas candentes de las últimas semanas. La muerte violenta del afroamericano George Floyd a manos de policías ha desatado una oleada de indignación mundial, aunque desgraciadamente la xenofobia ni es nueva, ni es americana: la encontramos en Lleida, en el Maresme, Almería, Francia, Alemania... Un mal endémico al que se tiene que combatir de forma categórica. Las imágenes y los testimonios son suficientemente claros como para saber distinguirlo, aunque en TV3 (con Ustrell y Francino como referentes) parecen tener un concepto diferente.
La historia es la siguiente: hoy vuelve el fútbol en el estado español, con la reanudación del partido de segunda división entre el Rayo y el Albacete. Todos recordamos como el match fue suspendido debido a los insultos y cánticos de la afición local contra Roman Zozulya, futbolista ucraniano de ideología nazi. Pues bien, la sección de deportes del TN, con Marta Bosch al frente, ha tildado esta situación como de "racismo" contra el jugador. Un delirio que ha indignado a David Fernàndez. El ex de la CUP lo resume perfectamente: "llamarle nazi a un nazi, ¿racismo? Surrealismo trágico."
Ya tiene narices que acusen de racismo a aquellos que denuncian a xenófobos, homófobos y totalitarios; a nazis, vaya.