Se ha convertido en uno de los documentales del año: "The last dance", la serie que repasa la carrera de Michael Jordan, considerado como mejor jugador de baloncesto de la historia (se admiten discrepancias, claro). Un trabajo audiovisual que ha levantado polvareda, al descubrirse la personalidad del '23' de los Chicago Bulls, una especie de tirano en busca de la excelencia y con una montaña de 'cadáveres' en la espalda. Sin embargo, es una pieza imprescindible para los fans del deporte, donde encontrarán una retahíla de episodios clave de un gigante deportivo indiscutible.
Jordan visitó Catalunya dos veces a lo largo de su etapa en activo: una, en 1990, invitado por la Liga ACB. La otra, en los Juegos Olímpicos del 92. Un lujo para los aficionados, que pudieron disfrutar en directo del genio. Aquí la admiración y el interés por el ganador de 6 anillos NBA ha sido enorme. Un hecho que también es patente en el documental, donde podemos ver fugazmente la presencia de TV3 durante la celebración del tercer título consecutivo de MJ , en 1993. Precisamente el año en el que se incorporó el presentador Jordi Eroles, que se ha sorprendido con el hallazgo, confirmado por un histórico de los deportes de Sant Joan Despí y que estuvo allí, al lado del ídolo: Jordi Robirosa.
"Apostoflant", que diría Robirosa.