De las muchas polémicas televisivas de los últimos tiempos se han resuelto dos: la del programa de Garcia Melero en TV3 y la del de Griso en Antena 3. Al Tot es mou se hizo un perfil del juez Pablo Llarena con datos conocidos del cargo público y su mujer, directora de la Escuela Judicial. Era la época en que aparecieron pintadas en el asfalto del municipio donde tienen la segunda residencia. Uno de los miembros del CAC, el designado por el PP, denunció este perfil realizado por el escritor Genís Sinca: "Tiene casa en Das y Sant Cugat y "Sus colegas lo describen como tiquismiquis, testarudo, conservador y sosegado". No eran datos que llamaran a las armas pero los miembros del CAC han entrado en guerra entre ellos para atacar o defender la profesionalidad de TV3.

El CAC ha resuelto partiéndose por la mitad: los tres representantes de CDC y ERC consideran que TV3 no cometió ninguna irregularidad y los otros 3, del PSC, PP y Unió han votado condenando a TV3. Ante el empate, el voto de calidad del presidente ha decantado la balanza a favor de absolver TV3 de responsabilidad. Los miembros unionistas del CAC han considerado que TV3 hacía de altavoz de las amenazas pintadas en el asfalto o en twiter y que la identidad de la esposa de Llarena era irrelevante.

TV3

El sector independentista del CAC resuelve que no se hicieron públicas las direcciones de los domicilios de Llarena, que no se vulneró su intimidad, que la información fue veraz, que lo dicho sobre su mujer estaba disponible en internet y que contribuía a explicar el conocimiento que el juez tiene de la realidad catalana. La denuncia del PP fracasa pero el CAC se rompe por la mitad. Más fácil ha sido resolver el caso de los universitarios de la UAB que denunciaron una supuesta violencia en Espejo público ocultando que eran de Ciudadanos y de Sociedad Civil Catalana. El caso que recogió En Blau ha sido despachado por el CAC condenando el programa de Susanna Griso.

Sentencian que Griso no contrastó la noticia ni pidió la versión de la UAB y que emitió una versión sesgada de los hechos. Pero un miembro del CAC ha votado en contra de esta resolución. Adivinen cuál.

ACN

Daniel Sirera, del PP, salva al programa de Griso pero ninguno de sus compañeros unionistas del ente que controla el audiovisual en Catalunya le apoya. El sueldo público de Sirera es de 105.061,88 €, unos 9 mil euros al mes en 12 pagas. A punto de acabar su mandato, confía en que lo recoloquen en otro pesebre del PP, o de Ciudadanos.