Segundo importante arsenal de armas desmantelado por los cuerpos de seguridad en una semana. Primero fue en Martorell, interceptando a un hombre con 16 armas bien equipadas, algunas de guerra y munición abundante, además de un taller ilegal para modificarlas. El hombre ha salido ya en libertad con medidas cautelares, pero está en su casa. El segundo caso nos lleva a Castilla, en Miranda de Ebro, donde se ha detenido a otro individuo, que también tenía un taller clandestino para la rectificación de armamento y explosivos. Parece todavía más grave: 26 armas de fuego, dos de ellas de guerra, 17 explosivos con metralla, 30 kilos del precursores, chalecos antibalas, y hasta 2.800 cartuchos. El muestrario da miedo. El hombre está en prisión preventiva, afortunadamente para sus padres y vecinos, que convivían con él y el peligrosísimo arsenal. Escalofriante, insistimos. En ambos casos, sin embargo, nadie les acusa de terrorismo, como pasa con otras personas que todos tenemos en mente. Será que, como deducimos de la crónica de TVE, se echa algo en falta.
Pero tranquilos que solo "era una afición que se había convertido en peligrosa para el y para su entorno".
— Ion Lagardezabal (@Mr_floG) 5 de diciembre de 2019
Que grandes los de TVE pic.twitter.com/dncAd2WEoj
Apunten bien: "Una afición que se había convertido en peligrosa para él y para su entorno". Un hobby. Como el que colecciona sellos o mariposas, pero para 'adultos'. Partimos de la base de la temeridad y potencial criminalidad de la situación, pero la comparación es obvia: ¿qué hubiera pasado si implicaran a personas de ideología política independentista? Sólo independentista, porque ya vemos qué pasa si los autores apuntan a ultras de extrema derecha, como el egarense que quería matar a Pedro Sánchez o la granada contra el centro de menores de Madrid. En el caso de los separatistas, plaga diabólica por antonomasia, la reacción sería apocalíptica. Y volveríamos a ver el hobby de una parte importante del estado español: ajusticiar 'indepes'.
Si llega a ser un chaval de pueblo de Navarra o Euskadi de por vida al talego. Y si hubiera sido catalán, la borrega ya estaría pidiendo los tanques.
— Gandalf viejo amigo (@Incanus_al_sur) 5 de diciembre de 2019
Menos mal que sólo era una afición que se le fue de las manos... 😒
Segun la GC era una afición, però si tenia mas armas y bombas que los CDR del 23S, que por cierto aun estan en prision provisional. Claro no era por la unidad de españa
— Xevi F. (@f_xevi) 5 de diciembre de 2019
Esos son todos coleccionistas y/o enfermos mentales. Pobriños! Y siempre, lobos solitarios. Sin ninguna conexión.
— Tamara ���� (@TamaraBilbo) 5 de diciembre de 2019
Vaya que suerte han tenido de no ser indepes y tener en su casa solo petardos de San Juan o lejía. Si hubiera sido así, hoy dormía en la audiencia nacional.
— Xabi Estrubell (@tanatoriroures) 3 de diciembre de 2019
Caso pendiente 29 junio 2018 - José Ignacio Irusta de falange vasconavarra guardaba en su caserío del Baztan (Nafarroa) tres armas largas y llevaba consigo una corta en el momento de su detención por la G. Civil...https://t.co/Ho8aiDrwUv
— Sare Antifaxista (@Antifaxismoa) 5 de diciembre de 2019
Con armas, aficionado. Sin armas, terrorista. Ése es el nivel.
— Guasti (@guastevi_fagot) 5 de diciembre de 2019
Esta es la vara de medir de los servicios informativos que acaba de heredar Almudena Ariza, una periodista de trayectoria en TVE pero que parece llegar por obra y gracia de la amiga, excompañera de trabajo y reina Letizia. Veremos si combate estos tics que conoce perfectamente o los reivindica como bandera "de la unión".