El programa de TVE '¿Quién educa a quién'? ha llegado al final de su primera etapa. El debate sobre educación, que acompañaba los capítulos de la serie 'HIT', ha pasado olímpicamente de la temática de la ficción y se ha centrado en el 'raca-raca' del trifachito durante estos últimos días: la llamada 'Ley Celaá' y la tramposa, abyecta y absurda teoría de la persecución al castellano. Defendiendo esta tesis, dos figuras de la intransigencia y el victimismo facha: Isabel San Sebastián y Anna Grau. La orgía de mentiras, desprecios y sandeces que se escucharon en la tele eran propias de la España de posguerra. Imposible no repasarlas sin una pinza en la nariz.
Las consignas son de primero de ultra: las lenguas de los 'indígenas' embrutecen a los niños y niñas del estado español y el bilingüismo es bueno siempre que no sea en catalán, euskera o gallego. San Sebastián se llevó la palma: se hartó de repetir "vascuence", que enseñar matemáticas en otra lengua a que no sea 'el cristiano' lleva al fracaso escolar, que si son idiomas extranjeros (quizás sí que tiene razón, y por eso muchos quieren largarse de su 'país'). Sólo le faltaba la camisa azul y hacer el saludo romano para provocar el éxtasis de Abascal y su banda. Grau no se quedó atrás, repitiendo mantras infectos de "se espía en los patios de las escuelas para que no hablen en castellano", entre otras maravillas. Entre las dos protagonizaron el ejemplo más claro de falta de educación en un debate sobre, precisamente, la educación: no sólo por las faltas de respeto y falacias, sino porque no respetaban el turno de palabra del resto de invitados, que alucinaban con la sobredosis de caspa de la pareja. Por no respetar, no se respetaban ni entre ellas. Pelea facha televisada. La red, atónita y asqueada.
"Hablo 5 idiomas", decía San Sebastián. Sí, una lástima. Ninguno de ellos le servirá nunca para decir nada con sentido. Toma nota, Colau. Estos son tus nuevos compañeros de viaje. Una vez más: ¡Visca el català, gora euskera, longa vida para o galego!