En los últimos días muchas caras conocidas con cuenta en twitter han denunciado que, de golpe, perdían un buen número de followers sin recibir ninguna explicación. Sólo dos ejemplos mediáticos:
Hoy he perdido cerca de 3000 followers. ¿Es normal?
— TONI SOLER (@soler_toni) 12 de julio de 2018
Alguien me puede decir por qué desparecen los seguidores? Yo no me acuerdo cuántos tenía, pero quizá 500 más...
— Pilar Eyre (@pilareyre) 13 de julio de 2018
La respuesta es que twitter está eliminando cuentas sospechosas de ser falsos, es decir, que no tienen una persona detrás sino que estarían gestionados por robots. De momento esta red social ha detectado que un 6% de sus cuentas son sospechosas de ser falsas y mientras no comprueba que sean reales las ha bloqueado. Eso es, no las elimina todavía pero ya no computan como seguidores de otras cuentas. Según destaca el portal Verne, twitter calcula que cada cuenta ha perdido una media de 4 followers. Pero los que tienen muchos seguidores han perdido millones.
El deportista que más seguidores de mentira tenía es Cristiano Ronaldo: 1,2 millones. La estrella de la Juventus ya sabe que mientras estaba en el Madrid no sólo defraudaba a Hacienda sino que su twitter iba dopado. Para superar a Messi todo vale. La institución pública que más ha perdido es, curiosamente, la Policía: 32 mil falsos followers. El cantante que pierde más es Alejandro Sanz: 350 mil robots hacían que le seguían.
Pero donde más se ha notado la bajada de seguidores es en los partidos políticos. Los que se llenan la boca de imagen pública mentían hinchando seguidores. Ya se sabía que el PP no tenía tantos militantes como decían ya que muchos ya no pagaban la cuota que les permitía votar en las primarias del partido, pero respecto a twitter el número de followers falsos del PP es muy alto: 45 mil. Proporcionalmente quien pierde más es Bildu, después el PP y en tercer lugar Ciudadanos. Bonito podio de los dos partidos (de los cuatro grandes) al lado de los que ellos consideran filoetarras. Rajoy ya no puede dar explicaciones en Santa Pola pero qué dirá Albert Rivera, que tiene el dedo fácil y ahora sabemos que le pasa en twitter como en las encuestas: que lo hinchan artificialmente. Quizás el robot es él.