El hastag #HastaSiempreM4 ha sido trending topic todo el mediodía. Un programa como Las Mañanas de Cuatro que un día antes de terminar hizo en Catalunya un impresionante 18,8% destrozando de audiencia el sobrevalorado Ferreras (8,3% a su hora) y haciendo que TV3 se ponga las pilas en septiembre con un nuevo programa, quizás conducido por Montse Tió, porque las ruedas del 3/24 hicieron al mediodía de TV3 un flojo 10%. Paolo Vasile se carga el programa de más éxito de su segunda cadena porque molestaba su independencia política. En lugar de cambiarlo temprano, con la excusa de emitir el Mundial lo fulmina. Y no será porque en verano baje la actualidad política, como se esta viendo. Quizás termina para dar demasiada comba a la izquierda.
Pablo Iglesias ha pasado por el último programa, como un guiño en la audiencia crítica con el PP. "Se os va en echar de menos, felicidades por el trabajo y lo siento especialmente miedo los trabajadores del programa" ha dicho en público el líder de Podemos. Telecinco hará un programa político al día siguiente de cancelar Las Mañanas de Cuatro denominado Ya es mediodía, hecho por la productora de El programa de Ana Rosa. No parece que el espíritu crítico tenga que ser el mismo. La red está literalmente encendida con el cierre de un programa crítico y abierto, con palabras como "manipulación, censura, asco, mierda...":
No queremos una televisión manipulada políticamente.
— Rosahiervabuena (@Rosa08894755) 14 de junio de 2018
Si mañanas cuatro deja de emitirse ni yo ni mi familia veremos ese canal.
Fuera la censura televisiva.#HastaSiempreM4 #cuatro
#HastaSiempreM4 gracias por vuestro periodismo y pluralidad sin censura. Asco a las altas esferas q os cierran el programa. Hasta siempre
— bernabe hernandez (@bernacapi) 14 de junio de 2018
De verdad quitan este programa para poner mujeres,hombres y vice mierdas??? #estosenosvadelasmanos #HastaSiempreM4
— Mario Martín (@Campante89) 14 de junio de 2018
#HastaSiempreM4 .Gracias por daz voz a los pensionistas,las feministas,a esa inmensa ola ciudadana que denuncia en las calles la situación absolutamente precarizada en la que sobreviven los ciudadanos de este país.Gracias por vuestra pluralidad.Con vuestro adiós perdemos todos.
— Julia Bayo Gallego (@JuliaBayo1) 14 de junio de 2018
Está claro que Vasile prefiere tetas, musculitos y cerebros planos a que la gente se informe de una manera crítica y analítica #telebasura #HastaSiempreM4
— Luis Lobo (@luis_nomore) 14 de junio de 2018
La frecuencia está maldita: allí se emitía CNN plus, el canal 24h de noticias de la vieja PRISA. Se la vendió y se convirtió en el Canal Gran Hermano 24 horas. Cuando cerró Canal plus se reconvirtió en abierto en la cadena Cuatro que PRISA vendió en Mediaset que la convirtió en una versión más barata de Telecinco. Está previsto que cuando acabe el Mundial a su hora vaya Mujeres, hombres y viceversa. Un despropósito total. El presentador ha tirado de buen humor para el final: "Losada, si criticas a todos los políticos nos cierran el programa" decía Javier Ruiz con fina ironía cuando| Anton Losada criticaba a Màxim Huerta
Y las últimas palabras de Javier Ruiz han salido desde la inteligencia y desde el corazón: "Esto es lo que les hemos contado nosotros. Hasta aquí. Luego vendrá un tsunami judicial". Y anuncia el vía crucis de juicios contra el PP: papeles de Bárcenas, Gürtel 2, ordenadores de Bárcenas, Lezo, Púnica...Lo que tiene que venir ya lo explicará Ferreras Al rojo vivo porque Cuatro se queda sin programa político. Ruiz acaba así: "Gracias por estar ahí, hemos hecho el contrapoder, dar voz a quien no la tiene. Hay una guerra ahí afuera, entre los hechos y las consignas, entre la información y la propaganda, entre los datos y las mentiras ". Suena la canción melancólica Dieciocho de Dani Martín. Y las últimas palabras eran irónicas y dolidas: "Mañana, a esta hora, Mujeres, hombres y viceversa".
Vasile maltrata tanto sus programas que ubica en Cuatro el segundo documental de Josep Cuní, La Rusia de Putin, el mismo día que en Telecinco se espera un 40% de share la final de Supervivientes. Cuatro se hace el harakiri.