Los dichos populares no mienten. "Dónde no hay mata, no hay patata". Al menos, no hay una patata sana. Es el que ha demostrado Valentín Garal, exconcursante de Masterchef 7 y colaborador de Ciudadanos. Ahora otro dicho castellano, que el madrileño lo conocerá bien: "Todo lo malo se pega". Y el cocinero de la banderita española hasta en la sopa se ha contagiado de la característica más popular en el mundo naranjito: Una pésima educación, aderezada con un gusto aberrante y una manía enfermiza por la crispación y el alarmismo facha. Se ve que Garal, una vez lejos de las cocinas televisivas, busca desesperado su cuota de atención. Y está dispuesto a defecar sandeces infectas a diestro y siniestro. Se cree muy punñetero y gracioso. Pero el espejismo lo sufre sólo su cerebro, mientras que la realidad dicta otro diagnóstico. "Una m...." hablando en plata, como le han dicho en redes sociales.
Valentín, que comparte el escozor españolista de derecha extrema y extrema derecha por el nuevo gobierno de izquierdas en España, es ahora analista político y televisivo a tiempo parcial. Está muy bien. Como todo quisqui, tiene derecho a opinar y decir lo que piense. Lo malo que no piensa demasiado como cuando profiere ofensas que rozan la ilegalidad contra Roberto Enríquez, más conocido como Bob Pop, colaborador de Andreu Buenafuente en Late Motiv. Bob es muy de izquierdas, pero no insulta gratuitamente a los adversarios. Es mucho más educado, inteligente e irónico que todo eso. Enríquez dedicó una ácida intervención a todos aquellos empeñados en repetir palabras como comunismo, apocalipsis, traición, etcétera. Demasiada información para Valentín, que le reaccionaba con este infecto tuit (y por el cual se está victimizando, para más 'inri'). "Yo creía que Bob Pop y yo compartíamos que nos gusta que nos soplen la nuca, pero resulta que él prefiere que se la vuelen". Vaya, vaya. Qué combo te has marcado, fiera. Ve recogiendo los trozos de dignidad que te quedan, que te has lucido.
Lo único que vuela aquí parece que sea la última neurona sana del personaje. Ser facha perjudica peligrosamente la salud mental.