Cuando dos mitos, dos de las personas más queridas de Catalunya, dos culés de cuajo, dos homónimos, se conocen, se caen bien, se hacen íntimos, sus seguidores sólo podemos hacer que felicitarnos. Porque eso significará que, si son amigos de las redes sociales, como es el caso, proporcionarán grandes momentos a sus seguidores. Carles Puyol, el gran capitán, el baluarte de la defensa azulgrana del Pep-Team, el hombre que nos emocionaba dejándose la piel encima del césped, defendiendo a capa y espada su club y levantando orgulloso un trofeo tras otro. Y otro Carles, Carles Sans, una de las tres patas de El Tricicle, uno de los actores que más ha paseado por todo el mundo su talento y su vis cómica, alguien que sólo de mirarlo, ya se te dibuja una sonrisa en la cara. Los dos son amigos, casi hermanos, se quieren y hacen muchas cosas juntos, al lado de sus parejas. Y ahora hemos vuelto a tener una nueva muestra.

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Carles Puyol, Vanesa Lorenzo, Carles Sans y Maria Antònia Rodríguez / Instagram
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Carles Puyol, Vanesa Lorenzo, Carles Sans y Maria Antònia Rodríguez / Instagram

El gran capitán azulgrana y el querido actor catalán, acompañados, de sus respectivas parejas, Vanesa Lorenzo y Maria Antònia Rodríguez, no paran de hacer cosas juntos, ir de vacaciones o hacer escapaditas por todo el territorio. A la playa van a menudo, desde hace años, pero ahora, donde se han escapado ha sido a un lugar idílico, el refugio de Sorteny en Ordino, Andorra. Allí, los cuatro, las dos parejas, han vuelto a demostrar que están hechos los unos para los otros y que la suya es una amistad de por vida. Paseos por la montaña, charlas interminables en torno a una mesa, comidas, cenas y sobre todo, muchas confidencias, muchas risas y muy buen humor.

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Carles Puyol y Carles Sans / @vanesalorenzo
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Carles Puyol, Vanesa Lorenzo, Carles Sans y Maria Antònia Rodríguez / Instagram
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Vanesa Lorenzo / Instagram
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Carles Puyol, Vanesa Lorenzo, Carles Sans y Maria Antònia Rodríguez / Instagram
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Carles Puyol, Vanesa Lorenzo, Carles Sans y Maria Antònia Rodríguez / Instagram
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Carles Puyol y Carles Sans / Instagram

La misma modelo y empresaria, emocionada, publicaba estas fotografías dejando claro que la de Sans y Rodríguez ha sido una de aquellas "Visitas que te alegran el alma. #AmigosParaSiempre" y hacía una llamativa advertencia: "P:D. No os perdáis el último vídeo"... Y tiene toda la razón del mundo. Un vídeo imperdible, imprevisible, donde Lorenzo suelta toda su vis cómica, que cuando está al lado de alguien como Carles Sans, aumenta. Vanesa y Carles, como si estuvieran haciendo un número de El Tricicle encima del escenario, empiezan a caminar por la montaña haciendo unos movimientos sensacionales, hilarantes, delante de Puyol y la mujer de Sans, que no sabemos como aguantan la risa. Maravillosos los dos, pedimos desde En Blau que Carles Sans algún día invite a Vanesa a hacer algún número encima del escenario.

 

 

Rebuscando entre las redes de cada uno de ellos, vemos que no es la primera vez que esta pareja artística provoca carcajadas con sus gestos y sus coreografías. Tiempo atrás, miren qué sincronización tenían los dos, los movimientos de Vanesa y las caras de Carles:

En el año 2016, la misma Vanesa Lorenzo, en su blog, explicaba como de afortunados se sentían ella y su chico: "Qué afortunada me siento cuando hace tres años Ibiza nos regaló a mi chico y a mí esta nueva amistad 'en pareja'". Ella misma revela cómo nació esta amistad con el actor y su mujer. Y la verdad es que es bien curioso: "Todo empezó con una situación un tanto “kafkiana”… La carne ecológica y el buen hábito de compra sana son los causantes, ya que si en esa pequeña tienda de Ibiza no se hubieran equivocado en darle nuestra carne al otro Carles (mi chico también se llama Carles), quizá nunca hubiéramos tenido ese divertido primer encuentro en el que vimos a un hombre confundido devolviendo al supermercado un enorme pedido que aseguraba, por todos los medios, que no era suyo. En ese instante entrábamos mi Carles y yo y pudimos aclarar entre risas el pequeño malentendido". Un pedido de carne, la llama que empezó su amistad. Y ahora, miren, bailando de manera impagable por la montaña. La vida, a veces, puede ser sorprendente y maravillosa.