Las últimas imágenes que hemos visto de Mario Vargas Llosa han sido de plena felicidad. Atrás quedan los últimos días de relación con Isabel Preysler y los días posteriores, donde después de partir peras, se lo vio taciturno, con cara de pocos amigos y lamentando cómo ha ido por el camino de la amargura su relación sentimental con la aristócrata filipina. Pero ahora el escritor peruano está radiante. ¿Por qué? Porque se ha casado su nieta, Josefina Vargas Llosa, con el ingeniero mexicano Emiliano Camarena. Una ceremonia espectacular que ha tenido lugar en la basílica y convento de San Pedro en Lima, después de dos días de fiesta en otros lugares de la capital peruana.
Días de fiesta. Días de joya. Días de olvidarse del todo, si es que todavía no lo había hecho, de su ex. Una ex, Isabel Preysler, que ha reaparecido públicamente para decir que está "todo bien, gracias" y que cuando le han preguntado si "¿has pasado página?", ha respondido un explícito y contundente "absolutamente". Ajeno a la Preysler, y pasada la celebración, Vargas Llosa se centra y se concentra nuevamente en su trabajo, la escritura. Y en este sentido, una imagen ha sorprendido mucho a los fans del escritor peruano. De hecho, dos, publicadas por su hijo Álvaro. Dos fotografías de cómo y dónde escribe Vargas Llosa, a sus 86 años. Y lo hace en un rincón paradisiaco, al lado del Pacífico. Un espacio absolutamente maravilloso, con unas vistas que quitan el hipo, y lleno de detalles jugosos que evidentemente, ha analizado la red. Un despacho que según la revista Lecturas, considera "desordenado", pero que más bien parece un cajón de sastre donde hay de todo. Primero, miren: "Trabajando, el día después, escoltado por el Pacífico, en el escritorio donde escribió 'Historia de Mayta' y tantas más", explica el hijo de Vargas Llosa.
Libros por doquier, como era de esperar, muchos marcos con fotos, muchos papeles, un tubo de pegamento, una rosa rosa, algún que otro pongo o una mandarina encima de la impresora. Y lo que salta a la vista, unas vistas, nunca mejor dicho, despampanantes. La red va llena:
Lástima que las fotos no se perciben bien... Seguro que muchos están intrigados por si en alguna de ellas se ve a la Preysler o si ya la ha echado no solo de su vida, sino también de su despacho.