Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, la pareja que parecía tenerlo todo, ahora protagonizan escándalos que tienen a sus vecinos al borde de la desesperación. Lo que parecía ser una relación idílica, llena de amor y proyectos de futuro, ha dado un giro de 180 grados, y el caos se ha apoderado de su hogar. Los rumores de una posible crisis han encendido las alarmas, pero lo más grave es el infierno que están haciendo vivir a quienes tienen la mala suerte de compartir urbanización con ellos.
Parece que la felicidad que muestran en redes sociales es solo una fachada, ya que la vida real de Alejandra y Carlo está marcada por peleas que dejan boquiabiertos a quienes los rodean. Según Kiko Hernández, los gritos se escuchan a través de las paredes, hasta el punto de que los vecinos han perdido la paciencia. La convivencia entre ambos ha llegado a tal nivel de tensión que algunos residentes estarían considerando llamar a la administración del edificio para que tome cartas en el asunto. "Me han dicho que están todo el día a la gresca", ha dicho Hernández en ‘Ten’.
Vecinos al límite: "No podemos más con los gritos"
Lo más alarmante de la situación es que Alejandra Rubio está embarazada, lo que debería ser una etapa de felicidad para la pareja. Sin embargo, la realidad parece ser muy diferente. Las constantes peleas han generado preocupación no solo en su círculo cercano, sino también en los vecinos, quienes aseguran que Carlo es el que más grita. "A mí me han escrito tres vecinos que no pueden más con las voces. Sobre todo con las de él. No es bueno estar todo el día gritando a una persona que espera un bebé", aseguró Kiko. Según algunos testigos, el tono agresivo de las discusiones va en aumento, y muchos se preguntan cuánto tiempo más podrá resistir esta relación antes de que se rompa definitivamente.
Otro aspecto que agrava la situación es la tensa relación entre Alejandra y su madre, Terelu Campos. Según fuentes confiables, Terelu ha tratado de intervenir para calmar las aguas, pero su presencia solo ha empeorado las cosas. La relación madre-hija no pasa por su mejor momento, y esto ha contribuido al malestar que se vive dentro de la casa. Carlo, cansado de la situación, ha optado por evitar cualquier tipo de interacción con su suegra, lo que solo ha añadido más leña al fuego.
Una relación al borde del abismo
A pesar de que Alejandra sigue mostrando una imagen de perfección en redes sociales, la realidad dentro de su hogar es completamente distinta. Las discusiones con Carlo no cesan, y la llegada de su primer hijo, en lugar de unirlos, parece estar generando aún más estrés. Por otro lado, el silencio del hijo de Mar Flores frente a la prensa no ayuda a calmar los rumores. Su aparente falta de interés por abordar públicamente los problemas que enfrenta la pareja solo intensifica las especulaciones sobre el colapso de su relación. Algunos ya se preguntan si el futuro de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia está condenado, o si lograrán superar esta tormenta antes de la llegada de su bebé.