Paloma Cuevas y Enrique Ponce ocuparon las primeras páginas de la prensa del corazón en el verano de 2020. Tras el confinamiento y el sonado ‘Merlos Place’, la diseñadora y el torero anunciaban su ruptura tras veinte años de feliz relación y dos hijas en común. El de Chiva se dejó ver en compañía de una joven rubia. Se trataba de una almeriense estudiante de derecho de 24 años. A pesar de los rumores de crisis, los dos se han mostrado muy enamorados. Sin embargo, las fotografías en redes sociales de la pareja han desaparecido, y es que en el acuerdo de divorcio con Paloma Cuevas, el torero tenía que cesar su actividad en redes con Ana Soria, así como no hablar de la relación en los medios de comunicación.
A lo largo de su vida, Paloma Cuevas ha diseñado joyas que ha lucido incluso la Reina Letizia. Pero además, estudio Administración de Empresas por una universidad de Boston. Ahora, la empresaria ha dado un giro de 180 grados a su carrera y está volcada con su faceta como diseñadora de vestidos de fiesta con su amiga Rosa Clará.
En esta nueva etapa de su vida, Paloma Cuevas también ha mostrado su amor por la escritura, otra de sus grandes pasiones. En una publicación de Instagram confirmó que conserva su diario de notas donde Ken Follet y Stephen Hawking se encuentran entre sus grandes referentes.
Paloma Cuevas nunca ha sido una persona vengativa
Paloma Cuevas se ha mostrado como una exitosa profesional y como una madre de diez. Además, de una gran hija, siempre al cuidado de sus padres. La empresaria lo ha pasado muy mal con su ruptura con Enrique Ponce, pero no es una persona vengativa. El torero y ella mantienen una relación cordial, y es que el de Chiva le debe muchísimo a los padres de Paloma. Victoriano Valencia fue un gran consejero taurino, además de un gran apoyo económico para el torero. Haya pasado lo que haya pasado entre ellos, Enrique Ponce es el padre de sus hijas y eso es lo más importante para Paloma Cuevas, aunque viven distanciados a cientos de kilómetros y no las ve tanto como le gustaría.
En sus redes sociales solo muestra su lado profesional y el amor que siente por sus niñas y su padre. Se aleja de cualquier tipo de polémica y de las idas y venidas de Enrique Ponce con Ana Soria. Por este motivo, le prohibió hablar en pública. De esta manera consigue que los dos se mantengan en un discreto plano, como sus años de matrimonio y sus hijas no se vean afectadas.