El casting de 'Masterchef Celebrity 6' sabía muy bien el porqué de contar con Verónica Forqué. La actriz madrileña de 65 años es una bomba de relojería que estalla tres o cuatro veces al día. Ha ido allí a montar pollos, nada más. La cocina es una excusa barata, podría haber sido un programa de macramé, billar francés o construir cohetes espaciales. Da igual, porque lo que consideran oro los responsables de TVE y de Shine Iberia es el carácter volcánico, intransigente y malhumorado de la señora. Sin olvidarnos de un sabelotodismo tan galopante como desinformado, y que puso de manifiesto en un 'Deluxe' soltando falacias sobre la lengua catalana. De todo opina, pero realmente no tiene ni idea. Ahora bien, si osas hacerle frente, prepárate: sacará fuego por la boca.
Forqué ha ido dejando una retahíla de episodios lamentables en los fogones del talent de Jordi Cruz y compañía. El estallido más bestia tardó muy poco: durante el segundo capítulo de la temporada se le cayó la careta de hermanita de la caridad que llevaba en el estreno y perdía los estribos en el papel de capitana insultando a diestro y siniestro, mostrando un comportamiento enloquecido. Lo sufrieron en primera persona Samantha Hudson, Eduardo Navarrete, Vanessa Romero o Miki Nadal, pero también los que veían el programa en su casa. Insoportable.
Verónica también tuvo problemas con David Bustamante, que la mandó a hacer puñetas, y ha ido salpicando sus apariciones con conatos de brotes de este tipo. Pero vaya, parecía más o menos controlada. Una calma más falsa que un billete de 24 euros, porque la realidad es que estaba tomando impulso para volver a dejarse notar en el concurso. Con el 8.º episodio la válvula ha saltado por los aires, abriéndose la caja de Pandora, o de Forqué. Durante la prueba de exteriores martirizó a la también actriz Belén López, hablando con un tono de voz despectivo y ofensivo. "¿Te quieres callar? Eres una prepotente. No resoples, estás histérica. ¿Crees que soy gilipollas? Te crees la reina aquí...". Tiene gracia porque Belén dice que se quieren mucho, pero vaya, que a quien me estime así el o la quiero muy lejos. Ella le replicaba con un "cálmate", pero no había agua suficiente en el mundo para apagar su fuego. "¡Cálmate tú! ¡Te pareces a Victoria Abril o Terelu! Tienes cosas de ellas". Hale, dos víctimas colaterales que, por cierto, ha sido expulsadas. No como ella.
Y es que si alguien merece la expulsión directa e irrevocable es Verónica: por conducta y por lo que hace con los platos. Atención en la tomadura de pelo que se marcó también ayer: tenía que hacer un aperitivo con dos ingredientes, boniato y queso. El resultado no es digno de este programa: ni los niños de 18 meses lo hacen tan mal. Dos trozos de brie que parecían una sustancia sospechosa y un montón de cortes extraños de boniato haciendo una montañita. La cosa, sin embargo, tenía un chiste escondido, para acabar de arreglarlo: se podía formar el nombre de la jurado Samantha Vallejo con las piezas naranjas. Graciosísimo, pero metérselo en la boca no estaba pagado.
El eliminado fue el diseñador Eduardo Navarreta, quien ha probado la mala leche de Forqué durante el concurso. Quizás mejor estar fuera y no tener que pasar más vergüenza ajena con una compañera como esta. La tele es show, sí, pero esto no tiene nombre.