La primera sesión de investidura en el Congreso de los Diputados fue lo que se esperaba, una especie de ring, especialmente entre el PP y el PSOE, entre Alberto Núñez-Feijóo y Pedro Sánchez, un pim, pam, pum indisimulado y sangrante, con las bofetadas que iban que volaban y con algunos highlines destacables, como la carcajada del líder socialista a su oponente cuando después de perder y no conseguir los votos necesarios para gobernar, le recordó aquello de "Nace la original teoría de 'No soy presidente porque no quiero'... Jajajaja... Esta es la mejor. Esta es muy buena". Sánchez, partiéndose la caja y Feijóo, humillado en su escaño. O cuando un sembrado Sánchez hablaba de los tejemanejes de algún familiar de Isabel Díaz Ayuso, como su hermano, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, desde encima del hemiciclo, le soltó un "Hijo de puta" que captaron las cámaras:
Hostias como panes dentro de la cámara de los diputados y nueva jornada de protestas en el exterior, y, una noche más, en las calles de Madrid, ante la sede del PSOE en la calle Ferraz. Allí llevamos días viendo imágenes grotescas. Bueno, y viendo también imágenes denunciables, anticonstitucionales y delictivas, pero ya se sabe que en España, los gestos fascistas parece que estén admitidos y aquí no ha pasado nada. Brazos derechos levantados, cánticos de Cara al sol, banderas con el pollo... todo muy democrático, con la derecha y la ultraderecha haciendo como si nada y como si fueran manifestaciones pacíficas. Aparte de estas repugnantes imágenes, en la calle Ferraz se han visto también esperpentos, como el de unos manifestantes rezando el rosario u otros sacando a pasear diferentes muñecas hinchables y haciendo cánticos absolutamente vomitivos y machistas comparando las muñecas con las ministras y diputadas socialistas.
La presentadora catalana del programa Sábado clave de La Sexta, Verónica Sanz, y que estos días está haciendo conexiones desde el lugar de los hechos para su cadena, se fijó, cómo hicimos muchos, en la lamentable imagen.
Sanz optó por comentarla de manera sarcástica, sensacional comentario: "Ferraz, ahora. Me pregunto si son los mismos que rezan el rosario". Los ultras han tardado cero coma en insultarla y, como no se podía esperar otra cosa de este grupo de impresentables, lo han hecho a la par de las muñecas que mostraron, de manera repugnantemente machista:
Comentarios abyectos. Y la derecha y la ultraderecha, y sus medios que les hacen de altavoces, sin denunciarlo. Al contrario, encantados de la vida. Absolutamente vergonzoso. Todo el apoyo hacia ella y los compañeros periodistas que estas días están informando desde allí teniendo que aguantar comportamientos miserables.