El programa electoral de Vox se puede resumir en una imagen de la noche electoral en Andalucía. Antes de saberse que tendrán 12 diputados, el partido de Santiago Abascal que quiere construir muros, que quiere echar a inmigrantes, a los catalanes, las mujeres agredidas, los transexuales y un largo etcétera, la noche del domingo echó de su sede a La Sexta y a los periodistas de la revista digital CTXT de su cuartel general en el hotel Ayre de Sevilla.

"Aceptamos a quién nosotros consideramos oportuno"..... Pausa para procesar la frase de la demócrata mujer que echa a los periodistas como si fuera un segurata inflado de poder a las puertas de un tugurio perdonando la vida a los clientes que quieren entrar. Eso es Vox. Así es Vox. Y así ha denunciado este veto una de las caras visibles de La Sexta, Ana Pastor.

Un comentario que ha provocado la reacción airada de los partidarios a que se le haya cerrado la puerta a diferentes medios, a los que acusan, precisamente, de ser los culpables por sus palabras de la decisión de Vox. Los insultos a Pastor y a la cadena de tele que representa, con García Ferreras y su Al rojo vivo, al frente, se han desatado como justificación de lo que ellos consideran una ofensa de primer orden:

A través de las redes sociales, la misma formación ha presumido de esta decisión, "No hemos permitido la entrada de sus cámaras", acusando a La Sexta de "falta de honestidad". Desde el plató del programa estrella de la casa, que informaba de la noche electoral andaluza, su director respondía así los ultraderechistas: "A La Sexta no la va a gobernar el miedo. Si no les gusta, allá ellos". Puedes ver el momento cliqueando en la foto:

La Sexta

Un pulso que sólo ha hecho que empezar.