Todo el mundo sabe que el matrimonio entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva no es ningún cuento de hadas y princesas. Si a todo el mundo le daba mala espina el empresario durante los inicios de la relación, el clip que confirmaba la infidelidad fue la gota que hizo tirar el vaso. Iñigo Onieva aparecía besándose con otra chica en un vídeo que pronto se destapó en la red. Tan solo hacía dos días que la marquesa había anunciado el anillo de compromiso, pero los preparativos de la ceremonia se hundieron ante la chalada traición del joven. Fue entonces cuando la hija de la Presley pronunciaba ante la prensa "Que sepas que me da igual que hayan sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto acaba" Pero sus palabras nunca habían tenido peso ni credibilidad, todos sabíamos que volvería a caer, y así fue. El pasado 8 de julio se daban el "si quiero" en la finca El Rincón, una celebración grandiosa, centenares de invitados y su promesa delante del todopoderoso. Se hacía realidad el sueño de Tamara Falcó.

 

Desde entonces no han parado de anunciar a los cuatro vientos su amor. Mira que la vida le ha dado un saco repleto de señales, pero la marquesa se hace la ciega y la sorda. Ella quiere seguir manteniendo su matrimonio pese a quien pese, y con la mirada pública que espera al primer bebé de la pareja. Desde el día que se juraron amor eterno solo los hemos visto haciendo una única cosa: viajar, comer y beber. Un estilo de vida, a su nivel: vago y millonario. Hace unos meses ya nos dábamos cuenta del vicio del matrimonio Onieva-Falcó, las botellas de vino, comida trás de comida, es su cita ideal. Mejor dicho, digamos que se trata del plan idóneo para el empresario, su hobby es engullir, degustar y beber. Y no os penséis que el joven se va a hacerse un bocadillo al bar del barrio, él es de morro fino. Pero si no tenía bastante con compartir platos gourmet con su mujer, él ya se ha montado el plan ideal del jueves con los amiguetes: The Gourmet Club.

Cena Íñigo Onieva / Instagram

Mientras Tamara Falcó hace su sección semanal a El Hormiguero, Íñigo Onieva sigue fomentando su gran vicio: la gastronomía. La marquesa de Griñón participa de forma semanal en el programa de Antena 3 donde interviene para comentar los temas de actualidad. Así pues, mientras ella intenta hacer el oficio de colaboradora, su marido se reúne cada jueves con los amigos para cenar juntos. Onieva creó una especie de "club" privado para tener una excusa un poco más "formal" y así encontrarse con los colegas para hacer lo que más le gusta. Gastarse cada uno de sus céntimos en los restaurantes más exquisitos, beber sin final, y dejarse llevar por la confusión de la noche. El horario de "El Hormiguero" le va como anillo al dedo para alargar lo justo la sobremesa. Ayer tenía una cita, y nos lo ha detallado todo por su perfil de Instagram. "Church on Sunday's, The Gourment Club on Thursday's.

Cena Íñigo Onieva con "The Gourmet Club" / Instagram
Cena íñigo Onieva con "The Gourmet Club" / Instagram
Postres Íñigo Onieva / Instagram

Los domingos toca misa, pero los jueves todavía un compromiso aún más importante. Cenaban en el restaurante madrileño "El Fogón de Trifón", todo muy clásico, como ellos. Ensalada de tomate, anchoas, gambas, y pescado rebozado. Los platos de ayer todavía cumplen un estándar de dieta equilibrada, pero es que el joven no para ni un solo día de engullir. De postres lo acababan de rematar, un happy ending con un pastel de queso y dos bolas de chocolate que muy seguro llevaban todo el caramelo y endulzantes. Él lo prueba todo.

Un ritmo de vida frenético que le hará agujerear el monedero y también le hará ganar algún kilo de más que muy pronto le notaremos. La báscula no perdona y los pantalones pronto no le abrocharán.