Es un gran escritor con premios prestigiosos como el Llull de novela. Un periodista reconocido por sus 'contras' en La Vanguardia. Un crítico de televisión de éxito e instalado desde hace muchos años en el universo Arús. Todo eso es Víctor Amela, aparte de otros atributos de índole personal que lo hacen estimable. Tiene muchos seguidores, sí, pero también una legión de detractores por su principal fobia: el independentismo catalán. Su bestia negra lleva un lazo amarillo y una estelada, y le provoca ramalazos de distorsión de la realidad que le rodea. Por ejemplo, cuando mira TV3, a la que ve infestada de indepes. Le ha pasado durante la última emisión del Preguntes Freqüents, mientras prestaba atención (o no) a una mesa de debate en la que había representación de Junts, Esquerra y la CUP. Elsa Artadi, Marta Vilalta y Maria Sirvent, unas invitadas con un objetivo muy definido, pero obviado por Amela: la negociación de una respuesta conjunta del independentismo a la inminente decisión judicial sobre la inhabilitación del MHP Quim Torra.
Amela ha tardado entre poco y nada en ir a Twitter y tirar del manual del unionismo: TV3 mala, TV3 indepe, TV3 adoctrina. El mantra es más viejo que el hilo negro, pero un clásico que nunca pasa de moda entre sus parroquianos. Como es bueno con la literatura, se ha montado un diálogo de ficción. Nunca mejor dicho: "¿Algún político catalán no indepe en la mesa de debate? -Calle, esto es FAQSTV3! -Ay, disculpe, es verdad, perdón." Vaya, se nota que no mira a menudo el programa, o que sólo atiende aquello que le interesa. Porque si quiere "no indepes" en FAQS, le podemos hacer una lista. Cada semana hemos tenido unos cuantos, algunos muy recordados por su oratoria. La red ha reaccionado a la provocación, claro, y el repaso ha estado a la altura: "siempre puedes mirar 13TV, te sentirás como pez en el agua"
Las gafas de Amela, el no-va-más del unionismo. Son mágicas.