El debate sobre el uso de la lengua ha vuelto a monopolizar un programa de debate de TVE. En esta ocasión, en el Obrim Fil, presentado por Xavier Sardà en la desconexión catalana. Afortunadamente no fue ser un aquelarre ultra lleno de mentiras y propaganda, cómo vimos en la versión estatal. Más bien pudimos sondear diferentes sensibilidades y opiniones: desde Màrius Serra, Enric Gomà i Estel Solè a Paola Lo Cascio, Fernando Sánchez Costa (Sociedad Civil Catalana) y Víctor Amela. Ahora bien, que fuera más civilizado y menos sesgado no quiere decir que nos ahorráramos oír algunas afirmaciones, cuando menos, alarmantes para el futuro de la lengua catalana.
Nos centraremos en las intervenciones del escritor y colaborador de televisión Amela, uno de los más activos defendiendo un tipo muy determinado de bilingüismo, no siempre equitativo, especialmente con la ortografía: la castellana la mima, la catalana... no mucho. No le pondremos adjetivos a su concepción de las lenguas, lo dejamos al entendimiento del lector. Evidentemente, él no ve que el catalán esté en peligro. La primera idea es clara: "La lengua no entiende de territorios". Ya lo podría explicar en Madrid, dónde utilizar los idiomas "de los indígenas" es una ofensa. De aquí pasamos a "el catalán no está discriminado en Catalunya", cosa que encendió el debate. Al menos no se repitieron mantras de persecución al castellano, pero vaya, que fue de un pelo: el de SCC tenía la caña preparada. Más tendenciosas fueron proclamas contra los políticos (de una parte, claro), el "queréis ganar hablantes con un látigo" o "policía, policía, deténgalo que ha hablado en castellano". Pero sin ningún tipo de dudas, la más reveladora fue la respuesta a una pregunta de Sardà: "de aquí 15 años, ¿qué idioma estará más herido, el catalán o el castellano?" Amela, sin complejos: "Es que me da igual. A mí me importan las personas, no las lenguas".
Afilando el boli y la lengua, que las ideas ya vienen afiladas. https://t.co/z9CIsAMnbk
— VÍCTOR ACARAMELA (@amelanovela) December 3, 2020
Víctor Amela (@amelanovela) dice que "no pasa nada" si decides vivir plenamente en catalán. Sí que pasa. Pasa que me hacen cambiar de lengua. En|A el hospital. En|A el restaurante. En|A las tiendas. Y nos pasa a menudo. Sólo a los catalanohablantes. #ObrimFilLlengua
— Miquel Strubell hijo ���� (@miquelstrubell) December 3, 2020
Lo Acaramela dice que se quieren ganar hablantes para|por el catalán con un látigo|fuet. Que vaya a Dinamarca y verá cómo se ganan hablantes para|por el danés, haciéndolo imprescindible para todo y si no sabes, espabílate. #ObrimFilLlengua
— Jنrdi GGG ����️ (@jordi_GGG) December 3, 2020
Dice lo Acaramela en #ObrimFilLlengua que "el catalán no está discriminado en Catalunya".
— Sergi Sabaté (@sergisabate) December 3, 2020
No, intenta pedir el Informe de Vida Laboral o habla con un Guardia Civil y vuelve a decirlo. https://t.co/SeCc4W8aOj
Sería tan fácil como hacer un reportaje: envías a alguien hablando sólo en catalán en todos estos lugares|sitios (y a renovarse en los dnis y en los juzgados) y a alguien haciendo exactamente lo mismo en castellano. A ver quién tiene problemas.
— Joan Baqués (@joanbaques) December 4, 2020
El debate también nos dejó un hallazgo que harían bien de estudiar en comités científicos de Madrid: un joven albaceteño que habla catalán. Y lo hace por gusto, respeto y sin miedos, manías ni dramas. Vaya, cómo hemos hecho muchos de los que nos consideramos nuevos catalanes: los que a pesar de nacer fuera del país, sentimos la lengua y la cultura y la hacemos nuestra. Y somos personas, mira por dónde. Personas a las que les importa la lengua.