No es ninguna novedad, pero el escritor, crítico y colaborador televisivo Víctor Amela ha vuelto a atacar a TV3. Lo hacía, una vez más, con un tuit beligerante contra el independentismo y su presencia en la cadena pública. Una presencia que le impide, explica, pisar sus instalaciones. Un cordón sanitario en toda regla, vaya. Amela sigue la estela de Àngels Barceló y sueña con los viejos tiempos en Sant Joan Despí, años dorados que ambos aprovecharon de lo lindo. Ahora, sin embargo, allí vive el 'coco', alimentado por millones de personas que no quieren seguir sometidas al reino y que lo expresan en su tele. Es tan suya como de Amela, ¿verdad? Pues eso no le acaba de convencer. Y sueña despierto, y lo verbaliza, poniendo condiciones a la Corpo.
Amela señala con facilidad los errores del independentismo televisivo, y aunque su crítica sea respetable resulta bien curiosa la ausencia del mismo tipo de análisis a las principales teles del estado. Medios donde el discurso contra Catalunya descarga toneladas y toneladas de gasolina sobre un fuego que interesa que siga bien vivo. Curioso, decimos, tratándose de un crítico televisivo. Aunque en este caso parezca más bien un crítico selectivo. Las redes le han girado el argumento.
Veremos si Amela es tan contundente con España como con Catalunya. Aunque ante tanta hipótesis onírica y de los mea culpa de autoflagelación algunos ironizaban sobre el verdadero motivo del 'veto' personal de Víctor a TV3: "Hay demasiado catalanes".