William Mebarak, el padre de la icónica Shakira, ha vivido una vida llena de excesos, amores turbulentos y una juventud desenfrenada que pocos conocen. Aunque en los últimos años su salud ha sido motivo de preocupación, la historia de este hombre va mucho más allá de su rol como padre de la estrella mundial. Mebarak, nacido en Nueva York en 1931, es un personaje tan interesante como polémico, con un pasado lleno de aventuras, juergas y una inesperada renuncia a la vida religiosa.
Parece imposible de imaginar, pero antes de convertirse en el padre de Shakira, William Mebarak soñaba con ser sacerdote. Sí, ¡sacerdote! Durante su juventud, este hombre de origen libanés, que emigró a Colombia con tan solo nueve años, se planteó seriamente dedicarse a la vida religiosa. Sin embargo, todo cambió cuando su padre intervino. En una reveladora entrevista con ‘La Vanguardia’, William confesó: "Mi padre no quiso, se asustó, porque él no tenía hermanos varones y yo sólo tenía un hermano muy pequeño. Tenía pánico de que se perdiese su apellido, Mebarak. Me cambió de colegio, empecé a conocer chicas... ¡Y eso acabó con mi vocación!”.
A partir de ese momento, la juventud de William Mebarak se convirtió en una espiral de desenfreno. “Después quise ser escritor y médico, pero tuve una juventud muy alocada, la verdad... Motos, coches, copas, juerga, chicas... Me avergüenza decir que fui muy inestable", confesó. A pesar de haber dejado atrás la idea de convertirse en sacerdote, William exploró muchas otras facetas a lo largo de su vida. Fue periodista, visitador médico, joyero y hasta profesor de literatura. Pero entre tantas ocupaciones, siempre quedaba espacio para una buena fiesta.
Nueve hijos y una vida marcada por la tragedia
La vida amorosa de William Mebarak tampoco ha sido sencilla. Antes de conocer a Nidia del Carmen Ripoll, la madre de Shakira, William ya había estado casado con Lucila Otero, con quien tuvo ocho hijos. A pesar de su juventud alocada, fue el nacimiento de su primer hijo, William Jr., lo que le hizo reflexionar. “Me estabilicé en el momento en que nació mi primer hijo, William. Sentí una transformación interior. Entonces pude decirle a mi padre 'aquí te doy un heredero'. Me calmé, empecé a trabajar en prensa y luego tuve siete hijos más con mi esposa”. Sin embargo, la tranquilidad duró poco. Trágicamente, su primogénito William falleció en un accidente de coche, un golpe que dejó a William destrozado y que aún hoy sigue lamentando. "Fue hace muchos años, pero aún lloro cuando pienso en ello”, confesó con dolor.
Un encuentro casual que cambió el destino familiar
Ahora bien, aunque William intentó estabilizarse con su primera familia, el destino tenía otros planes para él. Aún estando casado, conoció a Nidia del Carmen Ripoll Torrado, una mujer que cambiaría su vida para siempre. Según William, fue un flechazo instantáneo. “Ella trabajaba en la empresa de un amigo. Y un día vi el viento pegando sus faldas a las piernas, y me enamoré. Pensé, 'se acabó tu tranquilidad, William', porque yo entonces era un hombre casado. Y cuando consolidamos nuestra relación, nació nuestra hija Shakira”. La artista, que heredó de su padre el amor por la música y las raíces libanesas, se convirtió en una estrella mundial, llevando consigo el apellido Mebarak a lo más alto.