El domingo pasado, el programa 30 minuts de TV3 abordaba el peligro de extinción de la lengua catalana con el reportaje Llenguaferits. En él aparecían diferentes personalidades dando su punto de vista y exponiendo las dificultades de supervivencia de un idioma, el catalán, que si bien no tenía una respuesta unánime por parte de los filólogos, es evidente que podría pasar a formar de las lenguas que pueden desaparecer durante este siglo si no se adoptan las medidas necesarias. Donde sí se ponían de acuerdo (Víctor Amela aparte) era en la evidencia de algunos síntomas preocupantes.

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¿Qué datos aportaba el programa? Que en sólo cien años se ha borrado el catalán de pueblos y ciudades que habían llegado a ser monolingües en esta lengua. Que el catalán es residual en el ocio de los niños y los adolescentes. Los más jóvenes han dejado de consumir los medios tradicionales y los contenidos que buscan en la red se hacen sobre todo en castellano e inglés. O que los catalanohablantes renuncian a su lengua en cualquier situación de conflicto y muy a menudo cuando se relacionan con inmigrantes. Por no hablar de los continuos litigios y bloqueos del estado español y el menosprecio del estado francés que hacen difícil que se pueda garantizar por ley la supervivencia del catalán.

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Por "Llenguaferits" pasaron filólogos como Maria Carme Junyent, Pau Vidal, Francesc Xavier Vila o Neus Nogué; escritores como Albert Sánchez Piñol y Víctor Amela, músicos como Lildami y David Carabén, youtubers como Pol Gisé y Juliana Canet. De entre todas las intervenciones, sin embargo, la que más repercusión tuvo fue una del activista cultural Àlex Hinojo, trabajador del Instituto Ramon Llull de la Generalitat, que intervino expresando su preocupación por el hecho de no poder utilizar la domótica dirigiéndose en catalán a electrodomésticos como una "tostadora".

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"Empezamos a hablar con la lavadora, con la nevera, con la máquina de calentar el pan... Y le dices: 'Hola, ponme unas tostadas'... ¿Y por qué lo tenemos que hacer en castellano, eso? Yo a mi tostadora le quiero hablar en catalán", se preguntaba Hinojo. Para él, un reto que todavía hay que resolver es poder dar órdenes en domótica y robótica en catalán. El viernes, el director de TV3, Vicent Sanchis, se mostraba indignado ante las críticas y la mofa en la Comisión de Control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), acusando a "algunos periodistas y opinadores que hacen mofa de todo" y que han caricaturizado la opinión del experto. Faltaba añadir a Juan Carlos Girauta.

@girautaoficial

El diputado de Cs en el Congreso, en lugar de tratar de hablar con los muchos miembros de su partido que están abandonando el barco naranja los últimos días, ya sea en catalán, en castellano, o en el idioma que quiera con el fin de evitar el éxodo masivo, ha preferido hacerlo con una tostadora. Girauta se siente solo, sólo hay que mirar la foto de arriba. Por eso ha querido mantener una conversación con su electrodoméstico. Incluso ha tardado muchos días al pensar un gag que le debe parecer divertidísimo. Debe estar en baja forma. Pero cinco días después, Girauta se ha grabado hablándole en catalán a su tostadora. ¿Y quién ha corrido rápidamente a bailarle el agua y ponerle emoticonos de que estaba presenciando la broma más divertida de la historia? Inés Arrimadas. La red ha reaccionado. Algunos, hablando con otros electrodomésticos sobre la misma Arrimadas:

Sería mejor que Girauta hablara con la vitrocerámica... a sus bromas le hacen falta unos minutos más de cocción.