Gerard Piqué ha destapado la caja de los truenos. El viernes pasado el jugador del Barça descansaba en familia en su mansión de la Cerdanya y decidió asistir al concierto que Dani Martín ofrecía en Puigcerdà. Pero no fue solo sino acompañado de su pareja desde hace meses: Clara Chia. La joven camarera de la calle Tuset que ahora trabaja para Kosmos, la empresa de Piqué. El jugador del Barça decidió cantar a gritos la canción Cero. Y lo hizo delante de las cámaras que lo gravaban con su pareja, haciéndose caricias, abrazos y besos. El vídeo es este:
La chica señala a Piqué que los están grabando y él no se corta, se coloca justo en las escaleras de la platea, sin nadie en frente que los tape, y le da besos a la pareja, no sólo no se esconde sino que exhibe su amor, delante del mundo, delante de Shakira. Tanto le da. Y canta la estrofa "Quierooo que todo vuelva a empezar, que todo vuelva a girar". Ups, un nuevo amor, una nueva pareja. Shakira asiste estupefacta a este mal final de la pareja, en público, como la infanta Cristina y Urdangarin, pero con una guerra judicial a punto.
El jugador está acompañado de su hermano y de sus padres. Clara es una más de la familia. No es cierto que sea una aventura pasajera, un capricho, una amante. Es su pareja de 23 años. Y Shakira, de 45, ha dicho basta con el único aspecto conflictivo de la ruptura, la custodia de los hijos Milan y Sasha.
La drástica decisión de Shakira es posterior a que Telecinco emitiera las imágenes del viernes que demuestran que Piqué va de verdad con Clara. Según Informalia "Fuentes cercanas a ambas familias revelan que las negociaciones se han roto después de que Shakira y Piqué no lograsen llegar a un acuerdo en cuanto al futuro de sus hijos. Tras agotarse esta oportunidad de negociación amistosa, el siguiente paso sería verse las caras en un juicio. Esta exposición mediática se multiplicaría por dos en el caso de Shakira, que también tiene una cita con el juez por fraude fiscal al rechazar la propuesta de la Fiscalía".
Ningún juez admitirá que los niños se marchen de manera permanente de Catalunya excepto si Shakira demuestra que Piqué es un muy mal padre. Y eso es la guerra judicial. En los tribunales se dilucidarán los trapos sucios de la pareja, y Shakira lo explicará todo. Según parece ha contratado a detectives para seguir a Piqué en sus salidas nocturnas y en sus negocios, no todos exitosos. Shakira ha decidido que los niños estarán mejor con ella que con Piqué y Clara Chia. No quiere seguir viviendo a una ciudad donde no le queda nada y prepara la doble guerra, contra Hacienda, que le pide prisión, y contra Piqué, que pasa de todo y canta abrazado a su nuevo amor. Una familia rota.