Entre el listado de influencers de lifestyle, ella tiene la medalla de oro en naturalidad y en narrar todo su día a día. En todo momento sabes dónde para, como está, su estado de salud, el de sus hijas y si se ha peleado o no con su novio o no, es un reality en persona. Cuando menos, la conocimos en Telecinco, como tronista de "Mujeres Hombres y Viceversa" y desde entonces no le hemos perdido el hilo. Violeta Mangriñan, uno de los personajes con más seguidores de Telecinco, ya se ha deshecho del todo de su etiqueta como concursante de reality shows. Atención, ahora es influencer y tiene dos hijas. Aunque en su perfil muestre su parte más superficial y estéticamente ideal, sigue regalándonos momentos icónicos, dignos de cuándo salía en la televisión. Hay cosas que no cambian, y ella todavía no acaba de encajar las críticas, da explicaciones por todo y más. Sus stories de Instagram son su diario, se confiesa, llora y nos revela todos los detalles más íntimos de su vida. Literalmente.
La valenciana se enamoraba perdidamente de Fabbio Collorichio, un modelo italiano que conoció en Honduras, mientras participaban en la edición del 2019 de Supervivientes. Nadie daba un céntimo por su relación y ahora, casi cinco años después, ya han formado a una familia, quien lo diría. Violeta encabeza la lista de influencers más seguida de Instagram, cuenta con más de dos millones de seguidores que cada día se entretienen de verdad con todas las novedades que le van ocurriendo. No lo exageramos, ella lo explica todo. Durante este segundo embarazo nos mostraba con fotografías y vídeos cómo le hacía probar en Fabbio el calostro de su leche maternal, simplemente repugnante. Con ella vivimos todas las complicaciones de los nueve meses de embarazo, nos avisaba cuando se ponía de parte y ahora, no podía ser menos, ya nos ha empezado a explicar todas las complicaciones del postparto. No tiene filtro, ella es natural.
Estaremos todos de acuerdo que la red necesita una dosis de naturalidad con tanto filtro por el medio, pero Violeta se pasa el juego. Hace poco, recibía constantemente críticas por una sobreexposición de su primera hija, la pequeña Gala y, ayer la red, se ponía las manos en la cabeza con su confesión sobre su estado de salud anal. Si como lo oís. La joven tuvo un parto natural, y bien, entre las hormonas y la recuperación de dar a luz, se empezaba a tener molestias a la hora de ir al lavabo y una revisión rutinaria al médico de confianza le afirmaron que sufría de un problema cotidiano: "He ido al médico después de dos días de dolor insoportables al ir al baño... ¿La gente quiere naturalidad en redes, no? Pues nada, tengo almorranas, duele que te mueres. Otra de las maravillas del postparto" Con las lágrimas en los ojos, y más sería que nunca, Violeta Mangriñan nos mostraba la cara B de su embarazo. Nos parece genial, pero desde aquí pedimos que no haya más detalles. Es capaz de explicarnos texturas, dolores, sensaciones y desarrollo.
Ella es simplemente así, no tiene ningún problema en ser explícita, y menos con sus hijas. Los primeros días de vida de Gia, su segunda hija, no están siendo nada fáciles, y cada día actualiza sobre sus cólicos, o incluso nos fotografía los problemas de piel. Se alarma sola y de hecho, le gusta desahogarse con su público. "Si a mi yo de 20 años le llegan a decir que mis últimos días como veinteañera los iba a pasar con 2 hijas, hemorroides, la menstruación y un bajón anímico tremendo, evidentemente no se lo hubiese creído. Ale, bona nit" Está claro, sus seguidores son terapia y para nosotros ella es entretenimiento puro, Violeta Mangriñan es carne de reality.