Inés Arrimadas decidió seguir los cantos de sirena que le llegaban desde Madrid y decidió irse de Catalunya. La fotocopiadora del Parlament está huérfana sin ella. Ya nadie le pide imágenes como las que enseñaba orgullosa Arrimadas desde su escaño. La política naranja hizo las maletas. En su aventura rumbo al Congreso le ha acompañado su marido Xavier Cima, que también ha trasladado su trabajo a la capital del estado como director de políticas digitales y consejero de dos empresas dedicadas a la tecnología aplicada a la política.
Tal y como explica la revista Vanitatis, el matrimonio todavía vive a caballo entre Barcelona y Madrid. La vorágine de los últimos días, especialmente a nivel político, ha hecho que todavía no hayan tenido tiempo de encontrar piso. De hecho, todavía ni han empezado a mirar carteles de 'Se alquila'. ¿Y dónde están, mientras no encuentran su nido? La mayor parte del tiempo, él en el AVE de ida y vuelta Madrid-Barcelona. Ella, después de recorrer todo el país mientras duraba la campaña, parece que ahora está la mayor parte del tiempo cerca del Congreso. También yendo a casa de la familia de ella, a Jerez, o a la de él, en Ripoll. Explica el entorno de la pareja que van tan ajetreados que de momento, cuando están en Madrid, viven en un hotel: "Se han metido en un reto personal increíble y no tienen tiempo de nada”. Uno céntrico de una conocida cadena hotelera, donde Cima pasa muchas horas en el gimnasio que hay dentro de las instalaciones.
¿Qué es lo que les está costando más de digerir tanto al uno como al otro, más allá de no tener todavía un lugar propio donde vivir? Estar separados de su perrita. 'Suiti', que así se dice el animalito, es una perra pinscher que tienen en común y que se ha quedado en Ripoll mientras Arrimadas y Cima se establecen definitivamente y van ordenando su vida. La cuidan unos familiares ante la imposibilidad de que pudieran sacarla a pasear cada dos por tres por el Retiro hasta que no se adapten a los nuevos hábitos. Tiene 11 años, es, según Arrimadas, "muy nerviosa y comilona y también le gusta mucho dormir. Le encantan las siestecitas en el sofá", tal y como confesó en un reportaje para el diario El País.
'Suity' quiere decir 'Dulcita' en inglés. Todo lo contrario que los resultados de la formación naranja en Catalunya en las pasadas elecciones. Muy más 'Bitter' (amargos) que el nombre de su perrita.