Seguro que muchos de nuestros lectores la han visto: "Handmaid's tale" ("El cuento de la criada"), la escalofriante serie de la plataforma HBO protagonizada por Elisabeth Moss y basada en un best-seller de la escritora Margaret Atwood. Una historia de ciencia-ficción con elementos distópicos y feministas, en el que las mujeres fértiles son secuestradas por un régimen totalitario y ultra-religioso denominado Gilead, y acaban esclavizadas y utilizadas como mano de obra para engendrar nuevos ciudadanos. Un producto audiovisual aclamado por espectadores y crítica, y que asusta a mujeres y hombres del mundo real. Una ficción, afortunadamente, aunque hay elementos de la actualidad que nos acercan peligrosamente a este escenario indeseable.
Ha pasado en Madrid, donde la diputada regional madrileña de VOX, Gádor Joya, ha plantado una furgoneta frente a clínicas especializadas donde se practican interrupciones voluntarias del embarazo. ¿Para qué? Para realizar, de forma gratuita y 'altruista', ecografías a las mujeres que visitan estos centros. Bien, el "Proyecto Ambulancia Vida" de altruista tiene muy poco: el objetivo no es otro que mediatizar a las mujeres que quieren abortar, porque según los ultras, "las mujeres no saben lo que llevan dentro". La actividad, consentida por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ha desatado la indignación de los partidos de la oposición, de diferentes colectivos, y principalmente, de ciudadanas absolutamente escandalizadas con la iniciativa, que deja como unos aprendices a los ideólogos de 'Hazte Oír'.
Empiezan por las ecografías, con el lavado del cerebro de las mujeres embarazadas, la culpabilización... y vete a saber dónde acaba la historia. Recuerden, este grupo han obtenido 52 escaños en el Congreso de los Diputados. La España del NO DON en blanco y negro puede quedar en un chiste, y la serie, en una maldita premonición.