Primera norma para todos aquellos que van a una primera cita: no hablar de política, ni de religión. Al menos si pretendes que el encuentro tenga un final feliz, o, cuando menos, satisfactorio. Claro que, mirándolo bien, tocar estos temas puede ahorrarnos desilusiones futuras, como descubrir que la otra persona es un retrógrado, un extremista o que, sencillamente, blanquea la ultraderecha. Es lo que le ha pasado al actor Rubén Ochandiano. El madrileño había ligado por Internet con un individuo, se encontraron y... tardó muy poco en levantarse de la silla y largarse al descubrir que el hombre era simpatizante de VOX. "Me ha dicho que no es extrema derecha y que lo del veto parental no es para tanto. ¿Me estoy radicalizando?"
Ochandiano añadía: "Que conste que, antes de levantarme, he tratado de argumentar por qué yo pienso lo contrarío... Pero él no tenía muchas ganas de escucharlo." Un esfuerzo absolutamente infructuoso. La gente de VOX no se caracteriza por su capacidad de debatir, ni por aceptar críticas. De hecho, lo que hizo Ochandiano es de lo más juicioso: huir a toda velocidad. No hay relación amorosa que compense según qué cosas. Eso sí, haberlo hecho público ha enervado a la parroquia ultra, que se ha ensañado con el actor. "Sectario, ignorante, gilipollas, acéfalo, no tienes ni p... idea", son sólo algunas de las preciosas frases que le han dedicado, entre recordatorios sobre su orientación sexual.
El actor de 39 años, eso sí, no pierde el humor. Y ha recibido el calor de sus seguidores, un bálsamo ante tanta bilis.
Exacto. Hay citas que merecen el pin parental. Mucho más que las materias de enseñanza.