Whoopi Goldberg no es una referente más de Hollywood. De hecho, ganó cuatro de los premios más importantes de la industria del entretenimiento: Emmy, Grammy, Óscar y Tony. Un aspecto fundamental de su personalidad es que tiende a ser franca y honesta con la audiencia, posee un conjunto de rasgos que la han mantenido en la primera línea mediática sin perder fama. Es por ello que su recién estrenado libro de memorias, Bits and Pieces: My Mother, My Brother, and Me, ha sido bien recibido y los detalles desvelados no son sorpresivos a pesar de ser polémicos. Sobre todo, un episodio donde consumía drogas dentro de un armario. 

En Bits and Pieces: My Mother, My Brother, and Me, Whoopi Goldberg se volcó en los aspectos más íntimos de su vida. Se ha sincerado, al punto de recordar que al comienzo de su carrera tuvo una fuerte adicción a las drogas. De hecho, contó que consumía mucha cocaína y fue por esto que llegó a tener episodios de alucinaciones, tal y como cita el portal TMZ. Aunque había ‘coqueteado’ con el consumo de alcohol y de algunas drogas mucho antes de empezar el mundo del espectáculo, desde una edad muy temprana. Realmente, en la época de los años 70, consiguió un breve período de rehabilitación. Pero eso cambió cuando aterrizó en Hollywood. 

Whoopi Goldberg relató sus momentos más bajos, su adicción a la cocaína

La ganadora del Óscar detalló que, al comenzar a despegar en el séptimo arte, hacia los inicios de los años 80, su vicio más grande era la cocaína. Salir de esta espiral de adicciones le costó mucho más que en los 70, pues las drogas estaban en “todas partes”. La distribución de cocaína era como si se tratase de cualquier golosina, se repartía naturalmente y en grandes proporciones. Sobre todo para aquellos que asistían a fiestas y reuniones en Nueva York y Los Ángeles.

“Me invitaban a fiestas en las que me recibían en la puerta con un cuenco de Quaaludes del que podía escoger lo que quisiera”, narró la estrella en su biografía, recordando que en ese momento había sustancias populares. “Se hacían rayas de cocaína en las mesas y en los cuartos de baño para que las tomara quien quisiera”, apuntó. Es en esos entornos en los que se movía constantemente, así que su consumo aumentó drásticamente. A pesar de eso, señala que mantuvo cierto control durante un año. Hasta que llegó a un punto en el que las drogas le pasaron factura y tuvo alucinaciones. 

Lo peor fue una vez que estaba tan elevada que pasó el día entero en la cama, sin ir a hacer sus necesidades, puesto que pensaba que había un monstruo debajo de la cama. Poco después, la empleada de un hotel la sorprendió dentro de un armario consumiendo cocaína, con la cara cubierta de partículas blancas. Ese fue el gran llamado de atención, tocó fondo y decidió rehabilitarse. Whoopi Goldberg, posteriormente, reconoció que no quería morir. Empezó a rechazar invitaciones y así fue como llegó a mejorar.