El Barça Basket acaba de presentar oficialmente las nuevas incorporaciones de una plantilla muy renovada. Las salidas del entrenador Sarunas Jasikevicius y de la estrella Nicola Mirotic han sido contrarrestadas con la llegada de 4 fichajes de categoría y un nuevo técnico, un ex de la casa como Roger Grimau. A pesar de los recortes forzosos en la entidad, que afectan a todas las secciones, el equipo de baloncesto tiene motivos para la ilusión y la esperanza. Y buena parte de las expectativas, por descontado, recaen sobre los recién llegados. El alero catalán Joel Parra, el escolta vasco Darío Brizuela, el ala-pívot norteamericano Jabari Parker y el pívot madrileño Willy Hernangómez. El exmadridista de 29 años y 2'11 de altura vuelve de su aventura en la NBA, y en vez de escoger el equipo donde empezó y del que es aficionado, lo hace en el eterno rival. No hay que decir que su decisión ha levantado polvareda, llantos y más de un parraque en la meseta.

El club de Joan Laporta apostó con firmeza por uno de los jugadores más importantes de la selección española. Tan pronto como supieron de su decisión de marchar de USA, le hicieron llegar una oferta jugosa. El Madrid tenía derecho de tanteo, podía igualar la propuesta y dejar a los culés sin su objetivo. Pero no se movieron ni un milímetro. Y Willy, un profesional, no lo dudó: a Barcelona. Estuvo cerca de no llegar solo al Palau Blaugrana. Juancho Hernangómez, su hermano, se encontraba en una situación parecida. El ex de Estudiantes, sin embargo, ha escogido el Panathinaikos griego. Ahora bien, Willy tendrá compañía en Catalunya: su pareja, la jugadora de pádel barcelonesa Nicole Traviesa. Ella ha sido una razón relevante para firmar el contrato con el Barça. El amor gana.

Willy Hernangómez y Nicole Traviesa Instagram
Willy Hernangómez y Nicole Traviesa / Instagram

Decíamos que los merengues están sufriendo un escozor inconsolable desde el día que se materializó el acuerdo entre los catalanes y Hernangómez. Las acusaciones de traidor no se han dejado de oír desde la capital de España, un clásico. Como entre la firma y la llegada efectiva de Willy ha habido un mundial, la cosa se había relajado. Pero desde este viernes lluvioso en Barcelona, la rabieta vuelve a ser considerable. Y todo gracias a la presentación que se ha realizado en las instalaciones del club, con el nuevo número 14 enseñando con orgullo su camiseta, escudo y casa. "Visca el Barça", escribía el madrileño. Una cuchillada en el corazón merengón, que todavía iba a ser peor. Y se materializaba en forma de vídeo y de grito.

Estas 3 palabras han sido las que un Willy muy entusiasta dirigía a su nueva afición, a la que hace unos días escribía en catalán. Las pronunciaba después de que Joel Parra pronunciara un discurso de saludo flanqueado por el resto de incorporaciones. Al acabar, Hernangómez se viene arriba y lo grita: "Visca el Barça!" Ya pueden imaginarse el escalofrío que ha recurrido las almas blancas a 650 kilómetros de distancia. Emojis de cerdos, ratas y más representantes de la flora y fauna, y palabras nada bonitas a un desheredado para siempre: "Asco das", "payaso", "te ponemos un lazo", "vendido", "lamentable", "mercenario"... La envidia, que es malísima. Ah, sí, y el señorío que no falte. Suerte, aciertos y bienvenido, Willy.