Hacía falta que volviera El Gran Wyoming y su El Intermedio para que se hiciera la crítica más sangrante a todo el asunto de la exhumación del cadáver de Franco. Después de ver -y sufrir- durante todo el verano como en Telecinco o Antena 3 se daba voz y voto a antidemócratas, fascistas o directamente, franquistas, después de minutos y minutos de personajes como Pilar Gutiérrez, autodenominada la "mujer más franquista de España", después de sentir vergüenza ajena -y asco- teniendo que tragarnos las justificaciones que gente como Francisco Marhuenda diciendo que Franco no fue un dictador o Eduardo Inda hacían de la figura del dictador y qué hacer con sus restos, por fin ha llegado alguien que ha puesto a Franco como se merece: como un muñeco ridículo.
"Españoles, Franco ha vuelto", así volvía Wyoming a La Sexta después de las vacaciones. "El dictador se ha convertido en el tema del verano justo por detrás del single de Aitana. ¿Qué hacemos con sus restos una vez salga del Valle de los Caídos? Hay quién dice que podrían depositarlo en el contenedor orgánico. Nosotros, en aras de la concordia, hemos decidido embalsamar y guardar su cadáver en este plató", decía el presentador y director del satírico programa. Y dicho y hecho: una momia de Franco hizo acto de presencia.
La irreverencia del conductor de El Intermedio se desató: le lamió la cara al caudillo, lo sacaron del ataúd e incluso el colaborador Dani Mateo le hizo el boca a boca. Puedes ver el momento cliqueando en la foto:
Una ridiculización de un asesino aplaudida por los muchos seguidores de Wyoming, pero que levantó ampollas a muchos espectadores, alguno de ellos defensores a capa y espada de todo lo que huela a rancio, como Alfonso Rojo:
Wyoming está en forma. Que tiemble la derecha más hiperventilada.