Si la vorágine informativa de estos días les ha hecho pasar por alto una de las últimas burradas del programa ultra de Vox, les ponemos al día: Iván Espinosa de los Monteros y Susanna Griso protagonizaron un absurdo y vomitivo choque en Espejo Público, con el de extrema derecha diciendo que los extranjeros tienen el triple de probabilidades de convertirse en violadores que los españoles, mientras que la periodista se hacía un lío con un gráfico sobre las violaciones cometidas por nativos y foráneos, sirviendo en bandeja el repaso de Espinosa a la conductora del programa. Un espectáculo lamentable, se mire por donde se mire, aunque en el caso del político la afirmación es xenófoba, vergonzosa e impropia de un representante político de una democracia moderna. Nótense bien las comillas, porque recuerden: hablamos de Vox.

El día siguiente a la discusión entre ambos no nos ha dejado ninguna manifestación relevante. Quizás el matrimonio de conveniencia entre la formación ultra y el matinal de Planeta tiene algo que ver. Pero eso no quiere decir que no se hable, ni mucho menos. Y ha tenido que ser un periodista vasco, valiente y siempre acertado, el que le ha clavado una bofetada antológica a Espinosa de los Monteros, a Vox y al ideario ultra de los verdes. Es Xabier Lapitz, presentador de En Jake, quien ha hecho subir los colores a la formación de Abascal, y lo ha hecho a través del único diputado catalán de Vox: Ignacio Garriga. Mejor dicho, a través de su madre. La contundencia de Lapitz es palmaria.

Xabier Lapitz EN JAKE ETB

Ignacio Garriga Vox debate ACN

Imaginamos a Espinosa y compañía leyendo el zasca del periodista vasco y arrastrándose por el suelo para intentar convencer a Garriga de que todo es obra de la coalición de pérfidos proetarras, demonios indepes, progres y guarros. Si nos tocan a las madres, Ignacio, ¡nos tocan a todos!