Xantal Llavina es un trueno. La periodista ha visto cómo un cáncer de mama a los 47 años le ha detenido la carrera profesional, pero no la vida. Anunció en diciembre que dejaba Catalunya Ràdio, temporalmente, para someterse a una dura quimioterapia. Durante este tiempo ha sufrido los estragos del tratamiento, el más evidente: perder el pelo: "El 9 de enero me cayó todo el pelo y este efecto secundario hace daño emocionalmente a las mujeres, se va una parte de ti. He optado, por la peluca y la gorra más veces que sin. Cada uno es muy personal cómo se quiere ver. Verte cada día en el espejo sin pelo, es duro", Xantal Llavina ya está en fase de recuperación, acaba de anunciar el final de la quimio con una foto maravillosa, al lado del equipo médico. Durante todo este proceso no ha rehuido, ni en su popular Instagram, la foto sin pelo. Una mujer valiente, enfrentada a un cáncer que ha conseguido controlar:
De entre todas las imágenes de estos seis meses conviviendo con el cáncer, sin duda la mejor es la de Xantal Llavina con su única hija, la pequeña Xantal. El padre de la niña es el también popular presentador Quim Masferrer, que a pesar de haberse separado de Llavina antes del cáncer, ha sido uno de sus máximos apoyos. La Xantal de 8 años ha ayudado a su madre a convivir con el cáncer. Y la periodista lo agradece con unas palabras preciosas: "Eres la mujer de mi vida. Un día soñé que vivíamos dentro de un helado gigante donde solo pasaban cosas buenas. Ella: el sentimiento más potente que vivo a la vida desde hace 8 años. Lo que has hecho estos últimos meses ha sido brutal. ¡¡¡Te amo hija!!! ¡¡Gracias por tanto!!". Una niña de 8 años entendiendo qué es el cáncer y dando positivismo a la madre. La mejor de las quimios es una hija así. Curativa. Pone la carne de gallina, emociona la conexión de las dos Xantals:
Y así acaba una parte del camino, de momento, con el final de la quimio: "El cáncer de mama no es rosa, es gris, es marrón y con días negros y los efectos de la quimioterapia de la fatiga y los vómitos son duros y a veces poco conocidos. La quimioterapia la definiría como un "Draghon Khan", tienes días buenos y otros muy malos donde levantarte de la cama cuesta. Este 12 de junio se acaban 6 meses de quimio, 16 sesiones (rojas y blancas), con momentos muy malos con ingresos al hospital y otros buenos y por eso quiero agradecer públicamente el papel tan importante que tienen las enfermeras y los médicos mientras las pacientes hacemos quimioterapia y estamos como mínimo dos horas enchufadas con una máquina (...) La quimioterapia la he vivido como una amiga, con la que nos teníamos que llevar bien y ahora queda la operación la primera semana de julio". Sus oyentes desean reencontrarla en su imprescindible Revolució 4.0 en TV3 y en Catalunya Ràdio. Xantal Llavina, periodista y madre, una giganta.