Xavi Hernández, toda una leyenda del Barça y del fútbol mundial, ha sido la última víctima del odio anticatalán. El mediocampista del F.C.Barcelona, actualmente en las filas del Al-Sadd, en Qatar, tocó la fibra sensible de uno de sus millones de seguidores en Instagram, al colgar una fotografía recordando su pasado en la selección española. Concretamente, la imagen rememoraba su paso por la selección sub-20, ahora hace 20 años, cuando se proclamó campeón del mundo con la "rojita". Mientras que la mayoría de los internautas celebraban la publicación y reían con él sobre su cambio físico, hubo alguno con preocupaciones mononeuronales: "Lucrarte con algo que no sientes y con un país del que no te sientes parte de el. Viva España!!" (sic)

Una original, juiciosa y ortográficamente impoluta reflexión, que demuestra el nivel medio del troll unionista. Ni agradecimiento, ni memoria, ni sobre todo, capacidad para entender ni procesar la realidad que nos rodea. Sólo dogmas de cuñao y empatía cero. Empatía que si demostró el crack del Barça cuándo se posicionó a favor de la liberación de los presos políticos. Afortunadamente, los seguidores del deportista han salido en su defensa.

Entre las múltiples respuestas que ha obtenido el autor de la crítica a Xavi hay de todo. Algunas poco educadas y que recurren al insulto, pero existen otras muy acertadas y que, al fin y al cabo, resumen perfectamente lo que sienten una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas de este país: "Independentista no significa odiar a España". Exactamente lo mismo que deberían pensar y expresar los unionistas: no odiéis a Catalunya. Le debéis mucho, y no sólo por temas deportivos (que también).