Dicen que un buen entrenador tiene que conocer bien a sus jugadores para poder sacar de ellos lo mejor. Si un técnico sabe las virtudes, pero también los defectos de sus hombres, si conoce a la perfección los puntos débiles, los aspectos a mejorar y cómo puede conseguir el mejor rendimiento, tiene medio trabajo hecho.
Y en el caso del técnico de Terrassa, no es sólo que los conozca ahora que son adultos y los ve cada día en el vestuario y en los campos de entrenamiento. En el caso de Xavi, incluso los conoce y los reconoce cuando ni soñaban en convertirse en jugadores de élite, que vestirían la camiseta azulgrana y que algún día jugarían a las órdenes del mejor centrocampista de la historia.
Ahora que Xavi Hernández ha dado unos días de fiesta a sus jugadores por Navidad, ahora que se ha encontrado más solo que nunca en el vestuario del Barça, para que no les eche de menos, el club le ha hecho participar en un divertimento sin malicia que ha sido muy bien recibido por los culés y que les ha provocado una sonrisa al ver la (buena) maña de su entrenador con respecto al reconocimiento facial.
Le han ido mostrando al entrenador sus jugadores, pero no ahora o grabándose en la cena de Navidad, sino cuando eran chiquitines, en algunos casos, cuando eran bebés y todo. Pero Xavi los ha acertado a todos, no ha fallado ni uno solo. Algunos, como verán, son fácilmente reconocibles, pero otros es alucinante cómo los ha reconocido su técnico.
"Ponemos a Xavi a prueba. ¿Sabrá cómo eran sus jugadores cuando eran pequeños"?. El club lo pregunta y se lo pregunta. Algunos jugadores, como ahora verán, tienen la misma cara.
Los ha acertado Xavi y los acertaría incluso la portera de Núñez. Hagan la prueba. Primero, los más obvios, los que de pequeños hacían la misma cara, especialmente, un Serginho Dest idéntico:
Otros, a la que le damos un par de vueltas probablemente también lo hubiéramos acertado:
Y ahora, los que más le ha costado, con especiales dificultades con Philippe Coutinho, a quien inicialmente ha confundido incluso con Braitwaite o Depay:
Pero donde Xavi Hernández se ha merecido una mención cum laude es con una foto de un jugador, irreconocible. Una imagen de cuando era sólo un bebé de pocos días, que el técnico, quizás al tun tun, no ha tardado en reconocer.
Y es que como se suele decir, es necesario que un buen entrenador también tenga flor, también tenga buena suerte.
Efectivamente, este bebé es el portero alemán del Barça. Quizás le ha reconocido porque últimamente el alemán anda un poco dormido bajo palos.
Sea como sea, un pleno al 13 del entrenador del Barça:
Los culés estamos en buenas manos.