El Fútbol Club Barcelona ha sorprendido a todos los culés. Ni el más optimista imaginaba los resultados que acumula el Barça en las primeras jornadas de la liga. Una mezcla de juventud y vejez ha creado un resultado sorprendente para todos los equipos. El principal protagonista, un alemán que tras el tira y afloja de Joan Laporta en su fichaje, acabó llegando a pesar de la decepción de la afición azulgrana. Sin hablar el idioma y un currículum más bien corto, el técnico Hansi Flick se hizo al equipo a partir de su frialdad y seriedad. Hacia atrás han quedado los recuerdos oscuros de la temporada pasada, donde la gente enchufaba la televisión como quien la abre un domingo después de comer. Para dormirse. La figura del pasado entrenador, Xavi Hernández, quedó tocada después de no conseguir satisfacer las ilusiones culés.
Su hundimiento era como la crónica de una muerte anunciada. O brillaba como Pep Guardiola, que no hay nadie como él, o salía por la puerta de atrás ensuciando su gran figura. Por suerte, Xavi es más que todo eso y su paso de entrenador del Barça no es más que una ínfima parte de lo que significa para la historia del club. Cualquiera habría podido prever la bajada del juego del equipo después de que su trayectoria y la de todo el staff técnico no saliera de Qatar. Sin embargo, la ceguera del culé para apegarse a cualquier cosa que pareciera seguir el estilo de juego del Barça era mayor que toda la que rodeaba el club. A pesar de no conseguir lo que pretendía, hay una cosa que a Xavi nadie le puede negar. Él es culé y lo será hasta el final de sus días. También lo es su familia que, poco a poco, lo ha acompañado hasta donde es ahora.
No hay cosa que haga Xavi Hernández que no llame la atención a todos los catalanes. Durante el verano mostró a Instagram algún viaje de vacaciones fuera de Europa. Este fin de semana, en cambio, ha sorprendido a los seguidores con un outfit inesperado. Xavi Hernández y Núria Cunillera asistieron al cumpleaños de Alberto Boix, un amigo de la pareja. La fiesta tuvo de todo: piscina, velas, chefs del Grupo KAO, improvisaciones e, incluso, un concierto de Los40quintitos. Para poner la guinda en el pastel los invitados tuvieron que ir disfrazados de una cosa que no tuviera nada que ver con la cena para celebrar la moderna temática de "me he equivocado de lugar". En esta faceta fue donde brilló Xavi Hernández, tanto o más que como lo hacía con los terrenos de juego. De la mano de Núria Cunillera, los dos fueron vestidos como si fueran al gimnasio. La pareja posó para las redes de una manera original. Con una camiseta negra con escote, unas mallas también negras estrechas y unos calcetines por encima de ellas, consiguieron lo que se proponían: dar risa.
Aunque el exentrenador del Barça nos tuviera acostumbrados a verlo con indumentaria de deporte, el combinado no le favorece en absoluto. El jersey negro enseñando medio pecho, al menos depilado, y las mallas más estrechas imposible lo hacen quedar muy mal. Lo bien que queda Núria Cunillera a su lado con exactamente las mismas prendas de ropa agravan el empeoramiento de su imagen. Sin embargo, Xavi no desentona con la temática de los invitados porque Alberto, el protagonista principal, decidió travestirse para ser el alma de la fiesta. Desde que se ha retirado es bastante habitual verlo fuera de su hábitat natural. Cada vez quedan más lejos sus imágenes vestido de corto y sus seguidores se sorprenden con cada publicación suya en Instagram. Quien le diría hace unos años que lo veríamos de deporte y le quedaría mal.
Desde EN Blau aplaudimos su valentía, pero le recomendamos que si se tiene que vestir de deporte que lo haga como mejor le queda, de color azulgrana.