El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, es una caja de sorpresas. La gran mayoría no son demasiado buenas, la verdad, tampoco nos engañemos. El currículum del líder del PP es polémico y poco edificante, cuando menos para todos aquellos que no piensan como él, que son muchos. Acusaciones de racismo, machismo, antiindependentismo... Siempre que es noticia se debe contar hasta diez y esperar lo peor, pero mira por dónde: la vida siempre te sorprende. Y Albiol lo ha hecho, protagonizando un acto inaudito y muy, muy loable. Todo empezaba con un vídeo en el que una madre y su hija le pedían poder ver la tradicional Cremada dels Dimonis, afectada por la pandemia. La niña, adorable. Y su discurso también. Le dirigía las palabras en catalán, y Xavier respondía así: "Si l'Elena m'ho demana d'aquesta manera tan simpàtica, és clar que sí! L'any que ve tots els nens i nenes la podreu gaudir!!!"

Efectivamente, un catalán escribiendo en catalán. A una niña catalana. Y en Catalunya. Es tan evidente que parece de perogrulllo, ¿verdad? De acuerdo, Albiol no será premiado nunca por Òmnium Cultural por su contribución a la lengua. O quizás sí: sobre todo por enfrentarse a un vecino ultra con problemas de escozor insufrible al leerle escribiendo la lengua del enemigo. El tipo le decía, abusando de las comas y de la mala educación: "Mira Albiol, el catalán, para tu privacidad, no nos toques los huevos". El alcalde, impecable: "Pues si "te toca lo huevos", es muy fácil, no lo leas". En 'cristiano' para que el sujeto entendiera el mensaje. Por una vez, catalanohablantes, indepes y no indepes, lo felicitan.

tuit contra Albiol

 

xavier garcia albiol badalona - @Albiol_XG

Xavier García Albiol en Badalona / @Albiol_XG

tuit respuesta Albiol

Xavier García Albiol Alcalde Badalona - EFE

Xavier García Albiol, alcalde de Badalona / EFE

aplausos en Albiol

aplausos en Albiol 2

Tuits felicidad Albiol para defender el catalán

Ojalá que el ramalazo no sea sólo por la ternura de una petición infantil. Seguiremos disfrutando de este sueño hasta que despertemos.