Xavier Graset i Foraster se presentó ayer en el plató de La selva de TV3 con un letrero muy sugerente: "Ha sido Lluquet y Lucifer". El presentador más literato de la cadena firma con los dos apellidos, con la "y" copulativa, y ha hecho todos los papeles: ha interpretado a dos de los personajes esenciales dels Pastorets, Como ha hecho el Més 324 y antes el Sense títol, la Bonic vespre o de camarero madridista en Aquest any cent. El hombre orquesta, de los pocos que presenta un magazine pasados los 60 (hará 62 en febrero), es un clamor cómo se lo añora haciendo el Més 324 y cómo se desea que le vaya bien La selva. El programa de la productora de Joan Rufas Atomic Beat tiene días mejores y peores. La tele es la verdadera jungla. Pero hay otra selva: la de la catalanofobia, la ignorancia y renegar de lo que son los catalanes. Especialmente en la capital, Barcelona.
Graset paseaba este martes por el centro de Barcelona, concretamente la Via Laietana, permanentemente en obras. Y en un momento dado sufre un pasmo. Se acerca a uno de los edificios más señoriales de la calle, la Casa Cambó, donde ahora hay un hotel, el Grand Hotel Central. Francesc Cambó es uno de los nombres más importantes de la Historia del Catalanismo, empresario, abogado y político del s.XX fue líder de la Liga Regionalista. En su casa en la Via Laietana se conserva la última planta con un jardín noucentista espectacular.
Un apellido histórico, catalanista, simbólico y con uno en lo referente a Barcelona muy potente, la Casa Cambó, probablemente el edificio más señorial de toda la Avenida. Graset, un literato en manuales de política catalana, es un seguidor de la obra de Cambó y cuando pasa por delante de la casa de este ilustre catalán se ha quedado de piedra al ver cómo han cambiado el nombre del fundador para hacer una gracieta con el restaurante de los bajos del edificio. Han convertido el Cambó en Can Bo. Un juego de palabras que pretende ser catalanista, con la palabra Can como abreviación de casa de, y el bueno, que hay buenos manjares en el local. Pero en costa de triturar el apellido Cambó, tan significativo para Catalunya. Graset, indignado:
La casa Cambó, ha cambiado la
— Xavier Grasset i Foraster (@xgraset) December 17, 2024
M para|por la N .., bueyes y esquilas pic.twitter.com/VKR7SnU0v4
"La casa Cambó, ha cambiado la M por la N .., perderos hasta la camisa" se indigna Graset. Tanto le da que sea un juego lingüístico de los dueños del hotel y del restaurante. Que los herederos de Cambó permitan que se estropee el legado con este cambio de nombre resulta decepcionante y Graset, amante de la lengua y la cultura catalanas, ha utilizado una frase hecha maravillosa y definitoria: "Perderemos bousd i esquelles" dicho del negocio ruinoso que hace perderlo todo, el animal y la campana que le cuelga del cuello para situarlo. El buey y la esquila. Los catalanes acabaremos perdiendo todo lo que era catalán. Can Bo. Otra chapuza en el centro de la ciudad.