Xavier Graset es un genio de la comunicación. Impecable su Més 324, que cada noche acerca la información del día de manera pausada, reflexionando no tanto sobre el qué sino más sobre el por qué de las cosas que han pasado.
Un informativo de los que se llaman de autor, de aquellos que vale la pena degustar si se quiere estar enterado de las cosas.
El periodista catalán ha sabido darle a su programa un estilo, una manera de hacer muy personal, donde de vez en cuando regala algunos momentos impagables a su audiencia. Como este jueves por la noche. Graset se levanta de su silla, deja a los tertulianos con los ojos como naranjas y se dirige a una silla que hay delante de la mesa.
Coge un papel del bolsillo, lo pone encima de la silla y sin pensárselo, sube: "Ha llegado el momento de hacer el verso. Cada año lo hacemos. Hacemos la tradición, no la del Canto de la Sibila, es la de muchos niños que mañana seguramente, o estos días, se subirán a la silla y recitarán su verso de Navidad".
¿Qué poema ha recitado desde allí arriba, ante los espectadores de su programa? 'La rondalla del bou', de Marià Manent: "El buey pesado, viendo a la gente que tantas cosas ofrecía, dice que quería hacer un presente al dulce Niño del Establo. Y cuando disminuyó un poco el frío y el Infantó ya no lloraba, salió con paso lento, dentro del aire limpio, bajo la noche florida y azul. Caminó por hondos valles y recorría la carena. Siente el clarín de todos los gallos, pero ya lleva la rica ofrenda. Saltando de gozo y mugiendo, el buey bajó de la montaña, y se ofrecía al dulce Niño con una estrella en cada cuerno".
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"Antes hablábamos de la importancia de los rituales. Y después, pasar el platillo, ir por las familias, ir a ver a las tías y los parientes e ir recitando y recitando y ver si estaba la paga de Navidad. Esperamos que se recupere. Y en todo caso, que tengan nuestro deseo de felicitación de buenas fiestas dentro de esta situación de dificultad que arrastramos".
Un último programa del año que ha emocionado a sus fieles espectadores, y más, por lo que ha hecho un año más, como es tradición, Xavier Graset:
Grande Graset. Pero él no hace falta que pase el platillo después de recitar el poema para que los espectadores de TV3 le den las gracias de la mejor manera posible: seguir viendo su programa cuándo vuelva en enero.